Nadadores de Ciego de Ávila: nadar hasta en tiempo de frío

Sin la práctica sistemática resulta imposible el triunfo en cualquier deporte, pero en el caso de las disciplinas acuáticas esa necesidad tiende a dificultarse en los meses de frío, cuando para lanzarse a una piscina hay que tener mucho corazón y conciencia del sacrificio.

Ese espíritu se nota en cualquier visita a la escuela Julio Antonio Mella, de la capital avileña, devenida principal centro de la provincia para la formación de atletas en natación y otras modalidades afines.

Bajo la guía de un tenaz cuerpo de entrenadores y el apoyo de un equipo docente de prestigio, los infantes de ese plantel han ubicado a la provincia en lugares cimeros en varias competencias nacionales, en las que ya empiezan a hacerle sombra a territorios con mayor tradición.

Los más recientes son el séptimo lugar en los Juegos Pioneriles y el octavo en los Escolares del pasado año, desempeños loables si se tiene en cuenta que el proyecto en torno a la piscina olímpica del reparto Vista Alegre cobró vida en el año 2012.

Aquella visión de darle la adecuada utilidad a la alberca se respalda hoy con atletas en la preselección nacional. Esos son los casos de Maikol Rabí, Danne Rodríguez y Héctor Luis Meneses.

Se añade un elemento vital para el presente curso, cuando los tritones y las ondinas de mayor experiencia pasan a la categoría de 15 años y más, con la cual no se contaba.

Fidel Tovías Banes, director de la academia de natación, piensa que el salto cualitativo de este 2020 está cercano tras el completamiento de la llamada escalera de categorías, hecho que les permitirá luchar por ubicaciones en el país entre el quinto y el sexto escaños.

El experimentado educador, quien en sus tiempos mozos fue un destacado jugador de polo acuático, habla sobre las posibilidades de avanzar en resultados porque tiene a la vista el trabajo diario de entrenadores y alumnos, más la experiencia de competiciones que auguran perspectivas.

La lid más reciente fue la quinta edición de la Copa La Piña, a finales de 2019, cuando los avileños rindieron una faena aceptable en correspondencia con la etapa del curso escolar.

El botín local incluyó tres medallas de oro, ocho de plata y dos de bronce en la categoría de 9-10 años; un primer lugar, ocho segundos y cinco terceros en 11-12, mientras en el segmento de 13-14 el desempeño fue contundente: 18 doradas, 15 plateadas y similar número de bronces.

Varios bisoños sobresalieron, pero en la selección avileña los mayores méritos recaen en Karen de la Caridad Cabrera Tamayo (6-4-1) y Diosbel Marín Pie, con siete títulos y tres segundos lugares.

No obstante, a los técnicos les queda claro que deben trabajar fuerte para superar deficiencias que persisten, sobre todo, en las arrancadas, el pateo de espaldas, las vueltas y la técnica de pecho, habilidades imprescindibles que deben adquirirse en etapas como la actual, cuando la frialdad predomina y se requiere vencerla como primer obstáculo en busca de las medallas.