La medalla de Raciel

Esa medalla que todos deseamos, que no cuelga en el pecho, pero si está dentro de él, la del respeto y el homenaje de los tuyos, fue la que recibió este sábado Raciel González a su arribo al barrio que lo vio crecer en el reparto Vista Alegre de la capital avileña.

Fue un recibimiento digno de un paratleta que ha sido multimedallista en eventos internacionales, que supo sobreponerse a los contratiempos de la vida y que ahora, entre abrazos y aplausos, pudiera repetir la archiconocida frase “me siento el hombre más feliz del mundo”.

Porque Raciel, en el improvisado acto de bienvenida, le habló a su gente y dio la buena noticia de que, a pesar de sus 33 años de edad, “aún hay Raciel para rato”. 

Él fue el único competidor de Ciego de Ávila en la Paralimpiada de París 2024, y mereció estar en la final de los 100 metros (categoría T47). Resultó un sexto lugar de gloria, pues antes, en la semifinal, hizo el mejor crono de su vida (10,74).

Es verdad que en la carrera por las medallas una mala arrancada le impidió escalar al podio, pero dejó la sensación de que aún le quedan fuerzas para estar en la élite de su especialidad en el mundo.

En un año en que, la provincia avileña no ha tenido mucho protagonismo en la arena internacional, la actuación de Raciel deja un buen sabor y anima a buscar mejores resultados en próximas competiciones.