Dicen que cuando el mal es de...perder, de todos lados te caen los males. Y no hay dudas que al equipo de Ciego de Ávila ---no sé si del cielo o de sus propias carencias--- le ha venido encima todo lo negativo para sumar ya cuatro derrotas en cinco salidas en la segunda fase de la LVIII Serie Nacional de Béisbol.
Este miércoles perdieron ante Sancti Spíritus, 5x6, en el estadio 14 de Diciembre del municipio de Florencia.
Esta vez, el conjunto bateó un poco más, 11 hits, con jonrón incluido de Osvaldo Vázquez, pero no bastó tampoco el buen trabajo del abridor Maikel Folch durante siete entradas, pues el relevista Miguel Lahera tuvo, de nuevo, una salida pésima y cargó con el fracaso, en tanto la sonrisa fue para otro apagafuegos, Pedro Álvarez.
Que el equipo está en slump colectivo, es verdad; que la defensa no ha respaldado al pitcheo, es verdad; que, en resumen, hay razones para que los aficionados estén de capa caída, es mucha más verdad; pero lo que sí es una gran exageración es afirmar, como ya he escuchado, que los avileños ya están sentenciados a caer en el sótano.
Desde luego, si todos estos males se mantienen, entonces la anterior sentencia es casi una verdad absoluta, pero es poco creíble que una escuadra tan balanceada, en la mayoría de los aspectos de juego, caiga en el abismo.
Este jueves, a partir de las 7:15 de la noche, ambos equipos volverán a rivalizar en el estadio José Ramón Cepero. Por los anfitriones lanzará Vladimir García y por los del Yayabo, Yoen Socarrás.
En otros resultados de esta última fecha, Industriales logró nivelar la subserie ante el líder Las Tunas al vencerlo, 9x8; en tanto, Villa Clara aseguró la subserie ante Holguín (5x4) tras dejar a Los Cachorros en el terreno, en el noveno.
Los tres veces campeones nacionales, a partir del sábado, jugarán en el estadio Latinoamericano ante Industriales. Veremos si cambian la cara lejos de su cuartel general.
