Final beisbolera en Cuba: El arma escondida de Carlos Martí

De la misma forma que el redactor no estuvo de acuerdo con una frase que, en su momento, intentó ser profética: “El play off Las Tunas-Matanzas es una final adelantada”, ahora no puede evitar el intento de profeta al decir que la finalísima de la Serie Nacional de Béisbol que inicia este domingo entre Alazanes y Cocodrilos pudiera ser memorable en la historia de los clásicos nacionales

No se trata solo del nivel exhibido por ambas escuadras en esta 60 Serie Nacional, sino de las características excepcionales que ha presentado esta lid que, dicho sea de paso, no se parece a ninguna de las anteriores contiendas beisboleras cubanas.

Téngase en cuenta que los inicios de la temporada se remontan al mes de septiembre y que en el transcurso del calendario se han enfrentado al acecho de la pandemia. Los participantes han tenido que vencer el estrés, pues a ellos también ha llegado el confinamiento.

Ahora mismo los orientales saldrán al terreno de juego luego de estar inactivos por espacio de un mes desde su último compromiso ante Pinar del Río, mientras los yumurinos lo harán con dos semanas por el medio luego del play off con los tuneros.

Es que en el caso de ambos conjuntos se dan algunas similitudes, como lo es que Granma tuvo que esperar cuatro décadas para disfrutar el título de la campaña del 2017 y que Matanzas vio transcurrir casi 30 años para volver a subir al trono en la pasada.

Nadie discute que se trata de dos conjuntos que, desde los análisis de pretemporada, fueron dados como favoritos por los especialistas.

Los granmenses demostraron que lo eran al finalizar en el primer puesto en el calendario clasificatorio —junto a Sancti Spíritus—; en tanto los matanceros, aun con las ausencias de sus dos mejores tiradores (Yera y Entenza), lograron el boleto a la postemporada sin dificultades.

Ya en la postemporada los de Armando Ferrer han mostrado mejor ataque (317 por 294) y pitcheo (2,71 por 3,54), pero la defensa se inclina para los de Carlos Martí (977 por 960).

En no pocas oportunidades, en este mismo espacio, he ratificado mi criterio de que los pronósticos son solo eso: pronósticos, y que, no obstante ser el manjar que solicitan con frecuencia los aficionados, es prudente no ser absolutos o, al menos, tener presente que el conjunto que no resulta “favorecido” tampoco tiene los brazos amarrados.

Desde mi óptica, fue una exageración el afirmar que el play off Las Tunas-Matanzas era una final adelantada, aunque ese desmesurado criterio pueda utilizarlo Carlos Martí como su arma psicológica escondida para esta gran contienda que inicia el domingo.