De béisbol y del Sí se puede en Ciego de Ávila

Para no organizar campeonatos municipales de béisbol, de cualquiera de las categorías, hay disímiles justificaciones, desde el “no contamos con pelotas”, hasta el socorrido “no tenemos donde jugar”. Por tanto, no se juega en barrios o poblados y la única esperanza para contar con buenos peloteros está en espera por los que puedan surgir de la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar Marina Samuel Noble.

Pero en el municipio de Venezuela, al parecer, alcanzan las pelotas, pues allí desde hace unas semanas se desarrolla el Torneo Lázaro Santana Herrera, con la participación de siete equipos: Huracanes de Carolina, Alazanes de Santa Paula, Leñadores de la Julia, Leones del Micro 6, Indios de Carolina, Tigres de Santa Paula y Avispas de Venezuela.

No fue fácil, eso sí, tuvieron que “pasarle la mano” a los terrenos donde se jugaría, en el que se incluyó el estadio Fidel Rangel de la cabecera municipal. Cuando se les pregunta a los organizadores —Jasiel Gayón, Enelio Pie García y Lázaro Omar Pérez— cómo encontraron las pelotas, ellos responden que no “aparecieron”, sino que ahora se cuidan.

Lo cierto es que la lid ya está en la fase de los play off y hasta una serie de comodines tuvo para buscar el cuarto equipo agraciado, porque, entre otros detalles, el torneo tiene su reglamento en el que aflora, en primer término, la disciplina.

Es de aplaudir cómo logran editar un boletín todos los jueves, en tanto los viernes, en la radio local, emiten el programa El jonronazo.

El pasado domingo 28 se organizó un tope contra un equipo de peloteros de la provincia de Camagüey, en el que también tomarían parte figuras legendarias de los Tigres avileños. El partido no pudo celebrarse pues los agramontinos no pudieron viajar, pero hubo béisbol y se evidenció la seriedad con que se tomó la iniciativa.

A los artífices de las justificaciones y abanderados del “no se puede”, bien les vendría darse una vuelta por el municipio. ¡Cuánto ganaría nuestro béisbol si iniciativas así se repitieran por doquier!