COVID-19: el gran adversario

La oportunidad que han tenido varios atletas avileños de mantenerse activos, a pesar de la crudeza con que ataca la COVID-19, ha tenido contratiempos en los disímiles lugares donde se desempeñan, con la incertidumbre que representa la enfermedad, a pesar de la fortaleza de los deportistas.

Mucha preocupación y solidaridad se muestra con respecto a nuestros campeones y figuras en ascenso afectados en días recientes, como sucede con el lanzador Yander Guevara Morales, uno de los seis dañados en la reciente incursión de una selección criolla en la III Copa del Caribe, en Curazao.

• Sobre la actuación de Yander en el primer partido 

También hubo enfermos entre los muchachos que se preparaban para integrar la selección de baloncesto que asistió en El Salvador a una etapa clasificatoria para el certamen continental del próximo año. El pívot local German Luis Clark Clemment fue uno de los afectados.

• A pesar de los contratiempos, Cuba clasificó al evento premundial 

En tierras agramontinas acontecía recientemente otra base de entrenamientos del equipo juvenil masculino de voleibol que se prepara con vistas a los primeros Juegos Continentales de esa categoría, previstos para Colombia, pero la aparición de casos positivos truncó momentáneamente ese proceso.

A esa selección pertenece el avileño Carlos Yoandis Charles Santana, quien ya se restablece del peligroso mal. En todas las situaciones será difícil superar el susto de esos inesperados ataques, máxime cuando existen precedentes tan tristes como el fallecimiento de los compañeros Ernesto Reynoso Piñeiro e Higinio Vélez Carrión, figuras que dirigían el béisbol en Cuba.

Lo triste de estos desenlaces radica en las pérdidas irreparables, a pesar del esfuerzo de los equipos de medicina deportiva, con elevado prestigio en el cuidado de la salud de técnicos y atletas, aunque, lamentablemente, la pandemia no da tregua ante fisuras.

Las autoridades del deporte tienen en cuenta estas experiencias que deparan incrementos de las medidas de restricción, distanciamiento e higiénicas, cuando surjan otras posibilidades de entrenar y competir.

El movimiento deportivo suma un contrario invisible, listo para dar el zarpazo ante el menor descuido. Pronta recuperación a los que han enfermado, y ojo, mucho ojo en el afán de contener este mal.