Desde hace varias semanas el estadio José Ramón Cepero está recibiendo “retoques para dejarlo como nuevo”, al decir de los trabajadores de mantenimiento y de los directivos de deporte, para que el primer juego de la LIX Serie Nacional de Béisbol entre la escuadra anfitriona y la de Santiago de Cuba sea todo un acontecimiento.
La principal instalación deportiva avileña, que de manera oficial acogió por primera vez un partido de béisbol el 2 de agosto de 1964, muestra una imagen acogedora tras la pintura de todo el graderío, además de los colchones protectores de los jardines.
Ahora, desde cualquier ángulo de observación, sobresale el color azul, en las tonalidades fuerte y clara, que unido a todas las acciones de embellecimiento del lugar, será un buen regalo para los amantes de nuestro pasatiempo nacional.
El gimnasio recibió la pintura de su pisoTambién se instaló una nueva cerca perimetral y se espera tener listo el pabellón de las banderas, lo que le dará una atractiva vista al cuartel general del equipo local.
Los club house de ambos equipos fueron mejorados con muebles e instalaciones sanitarias, y en el caso del anfitrión ahora tendrá un local de enfermería.
El gimnasio de fuerza recibió la total pintura de su piso, en tanto la jaula de bateo, que tantos elogios originó en su inauguración dos años atrás, se muestra en la actualidad más acogedora para los atletas.
Los baños públicos de ambos sexos fueron habilitados con lavamanos, y se instaló el servicio de agua permanente. También recibieron beneficios el comedor y los baños de la Academia Provincial de Béisbol que allí funciona.
No obstante, la afición avileña sigue a la espera de la construcción del graderío por el ala derecha, algo que ha sido un reclamo desde aquella primera coronación de Los Tigres en 2012.