Tras cuatro descalabros en las primeras seis salidas al terreno, Ciego de Ávila iniciará este domingo, en el estadio Capitán San Luis, la tercera subserie de la LIX Serie Nacional de Béisbol en Cuba, en la que llevará como aliciente la incorporación al equipo regular de Raúl González y Alfredo Fadragas y la posible utilización, en uno de los tres desafíos, del veloz Vladimir García.
No quiero dármelas de “erudito”, ni de “pájaro de mal agüero”, pero si los avileños no logran estabilizar su pitcheo de segunda línea, se las verán grises para lograr el ansiado boleto a la segunda fase.
Ahora mismo, luego de seis juegos, a los relevistas de Los Tigres los bateadores rivales le promedian 343 y, lo más significativo, por cada nueve inning de labor, como promedio, otorgan más de 11 boletos.
No voy a poner en tela de juicio el trabajo de preparación que se hizo con el cuerpo de tiradores, pues he sido testigo en campañas pasadas de como un trabajo exhaustivo y serio no deja al final los resultados esperados.
Pero tengo la percepción de que los tiradores avileños están necesitados de dos ingredientes esenciales: correr con más intensidad en la preparación individual y tirar con más frecuencia en el bullpen, aunque solo tenga como prueba para defender este argumento los 23 corredores que han llegado gratis a primera en solo 16 capítulos.
Y que conste, porque no es la primera vez que trato el asunto: lograr un control exquisito en los envíos tendría solo un 20 por ciento de responsabilidad de los preparadores, porque el resto corresponde al interés que ponga el interesado en mejorar.
Si algo ayuda a Roger Machado a que este panorama inicial no le reste un ápice a su optimismo es lo bien que han comenzado sus bateadores, que ahora mismo, desde el punto de vista colectivo, lo hacen para 311.
Hasta el momento los más destacados son Lázaro Martín (429), Yoelvis Fiss (400), Yoelkis Baró (400) y Humberto Morales (364); y aunque con pocas veces al bate, arrancaron bien Maikel Castellanos (571) y Ronaldo Castillo (667).
La incorporación a partir de ahora de Raúl González debe darle no solo más fuerza al bate al equipo, sino también mucha mejor defensa en el cuadro. Por cierto, el average de fildeo es de 970 y se han cometido seis errores.