Campeones que se pierden en Ciego de Ávila

La afirmación puede parecer exagerada, pero, en esencia, sucede así: la natación cubana está perdiendo clavadistas en Ciego de Ávila. Y lo preocupante es que los hay… y buenos.

• En abril Invasor adelantó información acerca de las posibilidades de ese deporte.

El caso de Kelvin Daniel Velázquez es elocuente. Primer medallista de oro que registró esa disciplina en la provincia, el niño se vio obligado a decirle adiós a la piscina de la Escuela Provincial de Deportes Acuáticos, Julio Antonio Mella, y hoy, según afirma Fidel Tovia Banes Duany, director del centro, incursiona en el tenis de campo.

Al menos Kelvin se mantuvo en el mundo de los deportes. Cristian Lorens Almeida Ramos, ganador de plata, estudia en la Escuela Secundaria Básica Urbana José Martí y no practica nada.

piscinaDesde edades tempranas, los futuros clavadistas reciben esmerada atenciónSimilar “suerte” puede esperarles a Sabiel Soto (oro, plata y bronce en los juegos escolares nacionales, el pasado mes de julio) y a Kelly Mosquera (presea dorada también), a quienes directivos y entrenadores de la vecina provincia de Camagüey han mostrado interés en asumir, conocedores de que en Ciego de Ávila se les verá interrumpida la excelente trayectoria deportiva.

Aunque muchos no lo entiendan, el problema está en la falta de condiciones para que los niños puedan seguir practicando clavados a mayor altura, con el correspondiente rigor y el grado de complejidad que demanda la progresiva enseñanza de ese deporte acuático.

La escuela apenas dispone de una pequeña plataforma rústica de tres metros, construida por trabajadores del propio centro y de un trampolín de un metro, donde, no obstante, niñas y niños han adquirido dominio y destreza suficientes para dejar a otros territorios del país con el deseo de medallas que honran a esta provincia.

“Pero nos hace mucha falta la plataforma de hasta cinco metros, reitera Banes, porque de lo contrario seguiremos perdiendo campeones y mirando cómo se nos escapa toda la preparación y la pasión que nuestra escuela pone en la formación integral de esos alumnos.”

Lo paradójico es que la solución yace o subyace en un bostezo allí mismo. Basta con que se haga lo mismo que hicieron los matanceros frente a igual dilema: aprovechar la existencia de una cisterna, a la que también aquí se le pudieran hacer determinadas labores de reacondicionamiento y darle valor de uso como tanque de clavados.

Erigir la plataforma de hasta cinco metros no debe constituir obstáculo insalvable para una provincia como esta, con voluntad, potencialidades e inteligencia para emprender empeños mayores, incluso.

Los resultados de la disciplina son el mejor aval para no cruzar los brazos. El cuarto lugar que aseguró el clavados avileño (quinto en la anterior edición) merece respetuosa reverencia.

Dicho en otros términos: mientras la práctica de la natación, el polo acuático o la natación artística no presentan mayores contratiempos, esta modalidad espera por una solución que si bien no está en manos de la escuela, tampoco está fuera del territorio.

• Durante el verano, la escuela mantiene atractivas opciones para niños, jóvenes y adultos

retratosKelly y Sabiel en el mural de los campeones, quizás mañana tengan que migrar a otro deporte