Béisbol cubano: Tigres, parece fácil, pero no lo es

Ahora resulta —y así de injusto es el béisbol— que los dos triunfos ante Isla de la Juventud no tienen tanto mérito, pues se trata de un rival de bajo perfil, al que había que barrer de sí o sí... ¿Será verdad que los Tigres son tan poderosos que esa tarea era la que había que exigirle en esta 63 Serie Nacional de Béisbol?

Pero ni Ciego de Ávila es tan fuerte, ni los Piratas tan débiles. Y si no, pregúntele a los aficionados pinareños, que vieron como su equipo perdía dos veces ante ese “sotanero”.

Pongamos los pies en la tierra. Pocos, muy pocos, antes de tirarse la primera pelota en esta serie, le otorgó posibilidades a los avileños de ubicarse entre los primeros ocho en la tabla de posiciones. Y tal augurio sería aún más funesto si a esos “especialistas” le hubieran dicho que casi la mitad de los jugadores regulares no estarían en la alineación durante gran parte de la contienda.

El pasado martes, por ejemplo, de los nueve jugadores que salieron al terreno en el estadio Cristóbal Labra, solo cuatro habían sido titulares en los inicios del calendario, pues no aparecieron Raúl González, Osvaldo Vázquez, Liosvany Pérez, Michel Arteaga y Jonathan Bridón. ¡Casi nada!

Luego del final de esta 63 Serie, tiempo habrá para analizar los aciertos y desaciertos del conjunto, pero ahora mismo, a 25 partidos de concluir la etapa clasificatoria, bien le vale al equipo recibir el calificativo de “hombrada”.

Porque, sin dos de sus jugadores fundamentales, Raúl González y Osvaldo Vázquez, y con la ausencia intermitente de Héctor Labrada y de su torpedero regular Michel Arteaga, los Tigres no han caído en una racha adversa prolongada que le saque de la parte de arriba de la tabla.

Y digo más: hombre por hombre, no creo que existan más de tres equipos inferiores al que dirige Dany Miranda. ¿O todavía alguien cree que este grupo es igual, en cuanto a calidad, a aquel que le regaló tres coronas a sus parciales?

Este comentarista fue de los que enjuició a aquel equipo de los primeros años de este siglo que, con una tremenda nómina no lograba asistir siquiera a una final, pero compararlo con el actual no solo es injusto, sino que en lo técnico es casi un disparate.

Estas consideraciones no exoneran de mi desacuerdo con algunas decisiones de su cuerpo técnico. No me gustó, por ejemplo, que este jueves se dejara tanto tiempo a Kevin Soto en el box, cuando se sabe que es de ese tipo de tiradores que a partir del quinto da muestras de cansancio.

Pero estas líneas no son para analizar las sutilezas tácticas, pues bien se sabe que en un calendario de 75 choques pesan mucho más las decisiones estratégicas. No obstante, sigue en el ambiente la pregunta: ¿Clasificarán los Tigres para los play off ?

Usted puede sacar sus cuentas. Le restan 25 partidos y suma ahora mismo 29 triunfos. Para casi asegurar el boleto, deberán llegar a 40 sonrisas, por lo que un balance de 11 éxitos y 14 fracasos le darían el pasaporte a la postemporada. ¿Parece fácil, verdad? Pero les aseguro que no lo es.