Béisbol cubano: para que el paño no sea tibio

La Comisión Nacional de Beisbol (CNB) anunció las medidas disciplinarias resultantes de la investigación realizada tras el uso de un nombre diferente al del árbitro Ricardo Campanioni en dos partidos Pinar del Río-Matanzas, en el estadio Capitán San Luis.

Antes de continuar con la nota que apareció en la publicación Jit, del INDER, una aclaración: es evidente que los problemas de arbitraje de nuestra pelota no se resolverán de un día para otro, pues se impone que se organicen más cursos de superación, que incluso, tengan más participación en los torneos de más baja categoría —algo por ahora, imposible, por la suspensión de las lides escolares y juveniles— y tambièn con el aumento del salario a quienes se exponen, día a día, a ser juzgados por sus decisiones.

Pero volvamos al tema: Campanioni, no empleado el miércoles 17 y el jueves 18 de abril luego de una polémica decisión en el choque del martes 16, fue habilitado para trabajar en los duelos de sábado 20 y domingo 21.

Pero antes de iniciarse el juego sabatino, reunidos en el local asignado a los oficiales, sugirió que no se mencionara su nombre para evitar reacciones del público, y su pedido se aplicó de manera inconsulta, explicó el comisionado Juan Reynaldo Pérez Pardo.

En el tradicional intercambio de las autoridades de ese deporte y la prensa especializada, se supo que la sanción a Campanioni fue retirarlo de lo que resta de la competencia.

Similar penalización se aplicó a José Andrés Ramos (anotador oficial), César Pérez (supervisor de árbitros), y Charles Díaz (comisario técnico).

Además, Yanet Moreno, jefa de ese grupo de árbitros, quedó separada de tal función por no rebatir el pedido de Campanioni. Además, no podrá actuar durante las dos venideras subseries.

Se insistió en que la “iniciativa” de cambiar el nombre de Campanioni nunca se dialogó con la CNB, y se enfatizó en que las sanciones se ajustan a las responsabilidades que les estaban asignadas a los implicados en el escenario del acontecimiento.

Hasta ahí, las medidas con los implicados en tan descabellada decisión de cambiarle el nombre de un árbitro, pero este comentarista no encontró respuesta a la desacertada declaración de la Comisión Nacional cuando desmintió públicamente a los que dieron a conocer tal desliz, entre ellos los colegas de la televisión de Pinar del Río, quienes denunciaron de manera inmediata el hecho.

Pero otra interrogante, y no menos necesaria de responder: ¿Solo dos subseries de suspensión a la jefa de grupo que admitió que se ejecutara una mentira pública? No albergo dudas: la máxima instancia del béisbol cubano también urge de autoanalizarse sin paños tibios.