Un estudiante de medicina, muy amante del béisbol y fans casi rabioso de Los Tigres de Ciego de Ávila en esta LIX Serie Nacional de Béisbol en Cuba, me preguntó en plena calle, pero con evidente intención de que saliera de mí una respuesta positiva: ¿podrá clasificar el equipo?
En primera instancia tuve deseos de responderle: “¿Le dirías mentira a un paciente?” Pero no, hice un alto en el camino y lo que a continuación escribiré, es un resumen de lo que le dije.
• Con su última actuación, los avileños interrumpieron una cadena negativa de seis derrotas consecutivas
Si de aspiraciones matemáticas se trata, de obtener los avileños 11 éxitos y siete derrotas en este segmento final, llegarían a 24 triunfos y 21 fracasos, el mismo balance del equipo que el pasado año se ubicó en octavo lugar. Es decir: no tienen que hacer una hazaña para colarse en los comodines.
Para incluirse en los cuatro clasificados directos, sí tendrían que hacer una “hombrada” pues necesitarían, al menos, de 14 sonrisas en los 18 partidos que les restan, algo que, aunque no imposible, si está lejos de las posibilidades reales de un conjunto con evidentes lagunas en su pitcheo y defensa.
Es verdad que ahora los tricampeones nacionales tendrán 12 partidos en línea en casa y que aquí, tradicionalmente, el desempeño es mucho mejor. En la anterior temporada, el conjunto mereció 18 victorias y solo seis traspiés y en lo que va de esta lid suma un resultado positivo de seis triunfos y solo tres derrotas.
El primer rival, a partir de este domingo, será Sancti Spíritus, que también atraviesa por un mal momento, pero que le juega muy bien a Los Tigres. El pasado año Los Gallos obtuvieron siete triunfos en los 12 choques pactados entre ellos.
En contra de los dirigidos por Roger Machado está el no poder contar para estos tres duelos con Vladimir García, quien cumple una sanción, ni tampoco podrá hacerlo Yander Guevara, aunque también podrían tener un elemento a favor si en definitiva se les incorpora el torpedero Yorbis Borroto.
Pero no hay dudas de que, como salga el equipo de estos tres enfrentamientos ante los espirituanos, dependerán sus posibilidades reales en la recta final.
Cuando concluí la conversación con el estudiante de medicina, me di cuenta, por la cara del “paciente”, que estaba preocupado. ¡Y no era para menos!