Aquellos Tigres de tres coronas

Si había dudas acerca de que el equipo avileño realizó una “hombrada” en la 62 Serie Nacional de Béisbol (SNB), al ubicarse en el octavo puesto y participar en los play off, ahora ya no habrán, tras la confirmación de que solo uno de sus peloteros, Raúl González, fue llamado a la preselección cubana que asistirá a los venideros Juegos Panamericanos de Santiago de Chile 2023.

Algunos aficionados me acusaron de exagerar sobre el bajo nivel de los Tigres para la lid que acaba de concluir, pero lo cierto es que ese conjunto se fue muy por encima de sus posibilidades en la justa.

Por eso, si tengo que evaluar la labor del equipo en la 62 SNB le doy un excelente y si tengo que dar una valoración del béisbol actual del territorio no dudaría en afirmar que pésimo.

Pero también soy de la opinión que no es momento de entrar en una estéril discusión de que si “no es tan así” o si su nivel solo se compara con el de Cienfuegos o Guantánamo, creo que lo esencial ahora es “poner los pies en la tierra” y trabajar desde ya para que la venidera serie pueda ser, al menos, un punto de partida para revertir el estado actual de nuestro béisbol.

Urge, por ejemplo, designar lo más pronto posible al colectivo técnico que estará al frente del equipo, al menos su director, preparador físico y entrenador de pitcheo, para insistir en los puntos que pudieran mejorarse un tanto, como es el caso del control de los tiradores.

Es verdad que la situación económica no permite realizar todo lo que la Dirección Provincial de Deportes deseara, que podrían ser dos concentrados con peloteros en Morón y la capital avileña y que el campeonato provincial pueda iniciarse en septiembre.

No estaría mal, por ejemplo, traer al experimentado entrenador de pitcheo pinareño José Manuel Cortina a que interactúe con lanzadores y entrenadores por espacio de un mes.

Pero también sería beneficioso que, una vez finalizada la lid provincial, se organice un torneo especial con los cuatro mejores equipos reforzados. Solo así se podría combatir el gran bache de inactividad que podrían tener los peloteros locales entre el fin de la 62 SNB y el inicio en marzo del próximo año de la 63.

Lo cierto es que no vive la pelota local su mejor momento por estos tiempos. No es hora de buscar las causas objetivas y subjetivas de esa realidad, de lo que se trata es de no dormirse en los laureles a la espera de que, por arte de magia, los Tigres vuelvan a ser aquellos de las tres coronas.