Ya pasaban las 6:00 de la tarde y la impaciencia característica de los niños, comenzaba a apoderarse de la multitud. Pero todo es permisible cuando se trata del público infantil, y más aún, cuando se escuchan las vocecitas explicando: “¡Es que llevo meses esperando para que mi mamá me traiga!” Era la noche más larga de los títeres, y frente a la Casa del Joven Creador de la ciudad de Ciego de Ávila parecía no haber espacio para un espectador más.
La obra escogida para comenzar tal encuentro en esta edición de Títeres al Centro, fue La lechuza ambiciosa, del grupo de Cienfuegos Caña brava.
Toda la ansiedad provocada por la espera se transformó en complicidad
Era como si una fuerza invisible atrajera hacia el escenario y los hiciera cambiar de humor en dependencia de la dinámica de la obra. La actriz Ofelia Pacheco Castro manipuló todos los títeres y con cada interpretación convencía con su talento.
Paquelé, de Sancti Spíritus, trajo la obra Historia para ser contada. Tanto niños como adultos sucumbieron ante el carisma de los actores, que se las arreglaron de forma casi mágica para que cada minuto estuviera decorado con la sana carcajada.
Mío+ Tuyo =Nuestro, obra del Guiñol de Cienfuegos, inició la segunda parte de la noche, frente a la Casa de Cultura José Inda Hernández, una puesta en escena que siempre se agradece por la importancia de la temática abordada.
Larry Malinarich tiene asegurado el cariño del público avileñoY en la jornada conclusiva volvió a sentirse el carisma de Larry Malinarich, de la compañía chilena Titerike, que ya suma tres años consecutivos participando en este evento.
Cuando se tiene carisma para lidiar con los infantes, el trabajo se vuelve la vida y la puesta en escena, un encuentro personal con tu hobby y amigos allegados. Así se siente el trabajo de Malinarich, el cual debe tener extremo cuidado en ver lo que le pide a los niños, pues estos hacen de todo para cumplir la tarea.
Los organizadores debían estar alertas en todo momento, pues si la encomienda era cuidar el queso, los pequeños se enfurecían si este desaparecía y hasta intentaban arremeter contra el títere ladrón.
Padres, niños y adultos sin compañía infantil, reían por igual con la ocurrencia del chileno, y todos fueros testigos de las numerosas muestras de afecto que, al concluir, recibió Malinarich; donde besos y abrazos se repartían sin codicia alguna.
Ya en el portal de la sala Abdala, La criollísima historia de la mulata, el gallego y el negrito, creó cierta preocupación en algunos padres, pues la obra, según el guión y el lenguaje utilizado, no es apta para niños; sin embargo, la noche era para ellos.
El Guiñol Polichinela y el Guiñol de Remedios se encargaron de ponerle fin a la velada, entre canciones infantiles y el baile de los actores, contagiaron de alegría al público, que aún permanecía conectado con la presentación.
En esta edición, la usual noche avileña no interfirió con la organización de la jornada, como sí ha sucedido en otras ocasiones. Y la noche más larga del títere terminó tan emotiva y enérgica como comenzó, mucho antes de las 12:00 am. Así que los niños, quizás en contra de su voluntad, pero satisfechos con la presentación, se despidieron de los títeres hasta el próximo año.
¡ Y con la misma energía que comenzó la noche, terminó! Con el Guiñol de Remedios se despidió la fiesta nocturna del Títere, para la cual, todos acuden al centro de nuestra isla. #9najornadadetiteresslcentro #guiñolderemedios #movimientoculturalenciegodeavila
Posted by Periódico Invasor on Saturday, November 9, 2019