Saily Londres, con el afro por corona

Quien la ve en las redes sociales con pose de modelo o con abrigos mullidos en el invierno de Europa, y no pueda imaginarla con un traje tradicional haitiano y cantando en kreyol tiene que leer esta entrevista. Saily Londres es joven, mulata, hermosa. Se viste a la moda y tiene sueños como los de cualquier cubana de su edad, pero es la tradición franco-haitiana la que le ha sembrado los sueños.

En este mundo donde se enseña a las niñas a querer ser más blancas, más rubias, más europeas, creció Saily. Pero había en ella una fascinación por la cultura negra que la llevaba todos los martes y los jueves a ver los ensayos de un grupo: Famn Zetwal.

“Yo estudiaba Higiene y Epidemiología —dice—. En mis tiempos libres me gustaba ir a verlas ensayar a la Casa de Cultura Haydée Santamaría, a las cinco de la tarde. Las grababa y como espectadora me impresionaba su talento, pero jamás imaginé, ni siquiera me pasó por la mente que fuera a formar parte de ellas”.

Menos aún imaginaría que aprendería a bailar los ritmos del sistema mágico religioso del vudú, que viajaron de África a Haití y vinieron entonces a Cuba, por obra y gracia de la emigración.

Pasmada se quedó entonces cuando un día, en medio de un ensayo, Esperanza Daudinot, la directora de la agrupación, la señaló diciendo que sería perfecta para representar a “la Santa Blanca”.

—Pero yo no sé bailar —objetó ella.

—No te preocupes, que esta misma noche vienes para mi casa y empezamos los ensayos.

Y así fue. Con el tiempo, Famn Zetwal ha crecido y ha permitido a ese grupo de mujeres no solo llevar una subcultura al escenario del Karl Marx, sino también crear un proyecto comunitario, Yambambó —de la mano de la Fundación Nicolás Guillén—, enclavado en la periferia de Morón: la comunidad de Tuero.

Como es la más joven, es lógico que Saily ha tenido un papel importante en la visibilidad del grupo. Se ocupa de los canales digitales en Facebook, Instagram y YouTube. Las fotos de cuatro mujeres vestidas con colores muy saturados, con turbantes y en plena naturaleza se intercalan allí con buenas noticias: la grabación de su primer disco: Herencia.

Somos lo que elegimos ser.Ya que estamos de paso,dejemos huellas bonitas…

Posted by fanmzetwal on Saturday, March 26, 2022

 saily —¿Tienes raíces franco-haitianas o te une al grupo solo el amor por el arte?

—A pesar de no tener raíces franco-haitianas, Famn Zetwal me ha convertido en un ejemplo de superación personal a través del arte y el amor por el legado de nuestros ancestros.

Tanto es así, que los planes de Saily ya apuntan un poco más alto. “Pretendo trabajar representando grupos musicales aquí y en Europa, lo que también beneficiará a Famn Zetwal”.

El primer video clip de la agrupación 

“Ni siquiera Dios decidió acordarse de la mujer como ente primigenio, o por lo menos, a la par del hombre. Es en los países más pobres del reino de este mundo donde se enseñorea esta condena, que no por bíblica resulta más justificada”. Así se presenta Famn Zetwal al mundo. “Pero opuesta a la fragilidad de la mujer frente a los golpes del destino, cual si fuera una verdadera lucha de contrarios, siempre ha estado la esperanza, la fortaleza espiritual, las ganas de vivir, la fe”.

Y es la fe y las ganas de vivir lo que transpira Esperanza en sus solos de percusión, Saily y las demás cuando bailan. Eso y orgullo. Un orgullo que ojalá sigan sembrando en todas las niñas que un día, como ella, también lleven el afro por corona.