Reavivar la historia vale la pena

Con la buena nueva de que en vísperas de las celebraciones por el 26 de Julio el Museo Casa Natal de Pedro Martínez Brito pudiera ser rehabilitado, Invasor indaga en el estado de un inmueble de interés histórico y cultural en Ciego de Ávila. 

Quizás por estar en un extremo de la ciudad, lejos de nuestros ojos, el deterioro del Museo Casa Natal de Pedro Martínez Brito ha sido menos imperceptible y, por eso, ha dolido menos. Pero basta toparse de frente con la edificación para cerciorarse de que queda poco de los valores que dotaban de elegancia a esta vivienda de tipología vernácula, con paredes de madera y tejas de barro francesas a dos aguas.

El sitio ya no es el de antes y sus puertas desde hace más de un año permanecen cerradas entre la COVID-19 y el deterioro, a contrapelo de la conservación de los más de 200 objetos y documentos atesorados, que hoy permanecen guardados en almacén y en sobres amarillos, entre ellos piezas de gran valor como el traje de su graduación del bachillerato, su maletín escolar, el título obtenido en el año 1955, y muebles construidos por su padre Gumersindo, quien conocía el oficio de la carpintería.

Cuando en el mes de noviembre la tormenta tropical Eta tocaba suelo avileño, el museo ya padecía de la madera carcomida y las goteras en el techo por la suma de años sin mantenimiento, inventariándose alrededor del año 2008 la última acción constructiva, en la cual tampoco se usó la madera adecuada.

Sucede que no estamos hablando de cualquier inmueble, sino de la única casa natal que funciona como museo en la provincia, la cual resulta un sitio de interés cultural e histórico, cuya inauguración se remonta al 10 de julio de 1978, fecha en que se cumplieron 20 años del asesinato de Pedro Martínez Brito.

Recrea en cinco salas temáticas la vida y obra del mártir, quien, según el criterio de los historiadores, bien pudiera ser el más relevante de la historiografía avileña en la etapa republicana, a juzgar por su intensa actividad revolucionaria como dirigente estudiantil y miembro del Directorio Revolucionario 13 de marzo y del Movimiento 26 de Julio.

La evaluación de la arquitecta Yadira Rodríguez Melo, del Centro Provincial de Patrimonio Cultural (CPPC), enfatiza la necesidad de una rehabilitación y habla de un total deterioro técnico-constructivo, lo cual se traduce en paredes y cubiertas afectadas por una larga vida útil y falta de mantenimiento sistemático, piso de cemento agrietado, y la presencia de organismos vivos como insectos y roedores que aceleran los daños.

Lo que no recoge el informe, pero también determina, es la falta de agua corriente y baño sanitario, así como de una oficina de trabajo para el personal, que está obligado a usar un pequeño espacio dentro de la propia vivienda. Si bien los frondosos árboles del jardín son uno de los atractivos del lugar, las raíces han calado hondo bajo la edificación y las ramas arrastran las tejas de la cubierta al primer soplo de aire fuerte.

Hoy solo queda el recuerdo de la programación cultural con recorridos que nacían en el parque donde está enclavado el busto de Pedro Martínez Brito, pasaban por el museo y terminaban en la bóveda familiar que guarda sus restos, en el cementerio de la ciudad cabecera, así como de las visitas de estudiantes y vacacionistas al recinto.

"Orígenes de la familia Martínez Brito." Trabajo realizado por el Museo Casa Natal Pedro Martinez Brito en homenaje a la semana de la cultura avileña.

Posted by Patrimonio Ciego de Ávila on Wednesday, March 24, 2021

Con todo y eso, Doralis Nuez González, directora del CPPC, es optimista cuando dice que con una rehabilitación del inmueble para realzar sus valores históricos y patrimoniales podría incluirse en las rutas patrimoniales del turismo de ciudad que, hasta la fecha, contemplan la visita al Museo de Artes Decorativas y al Coronel Simón Reyes.

Una intervención constructiva apegada a las normas técnicas y regulaciones patrimoniales significaría mantener la tipología original de madera y tejas de barro francesas, respetar los puntales y pendientes de la cubierta, la distribución y dimensión de los vanos de puertas y ventanas en la fachada, rehabilitar el piso con cemento pulido o mosaicos, aplicar pintura de esmalte sobre la madera y usar tratamientos con lasur, aceite de linaza o solución de soda cáustica para preservarla. Concordemos que no es una tarea menor.

De algún modo estos son los términos que se colegian desde la dirección de Cultura del municipio de Ciego de Ávila y el Gobierno, pues como parte de las acciones por el 26 de julio se pretende intervenir la edificación para devolverle vitalidad y, en consecuencia, el colectivo del Museo Casa Natal de Pedro Martínez Brito trabaja en una moderna propuesta de museografía y museología. Sobre la ejecución del proceso Invasor volverá con más detalles y esperemos que sean alentadores.