Rafael González: seguiremos divirtiéndonos

No habrá un Polichinela sin Abril. La obra del querido director está y sus muchachos han hecho el juramento de salvaguardarla y continuarla

La delgadez de Rafael González Álvarez podría llevar a equívocos a quienes, sin conocerlo, crean que no hay suficiente fortaleza en ese cuerpo hecho de carne, huesos y teatro. Histrión de pies a cabeza, Mármol, como todos lo llaman, se dejó encantar por Yosvany Abril hace más de 20 años, cuando nuestro azabache regordete era Instructor de Arte y se empeñaba en hacer de La Nada (proyecto cultural de artistas aficionados), el Todo.

Por eso, después que la pandemia nos asestara uno de sus tantos y demoledores golpes, llevándose a Abril en un julio desgarrador, entre el dolor de la pérdida y el miedo a la desmemoria, cayó sobre la delgadez de Rafael una misión tremenda. Mientras conversamos en la sede de la Asociación Hermanos Saíz que ayudó a levantar con las mismas manos de “titerear”, debió hacer pausas largas, dramáticas si se quiere, pues el recuerdo se hace nudo y el nudo aprieta la voz.

De fondo se escucha una versión de 20 años, ese himno de María Teresa Vera que viene a recordarnos que la partida del gordo maravilloso fue un pedazo del alma que se arranca sin piedad. Esta conversación, sin embargo, es la evidencia irrefutable de que no hay olvido. No, no es un amor que se nos va.

Sayli (S): La vida te ha dado la responsabilidad de continuar la obra de Yosvany Abril al frente de Teatro Polichinela, algo que, evidentemente, no estaba en tus planes ni querías. ¿Cómo lo asumes entonces?

Rafael (R): Hacía unos cuantos años le había compartido a Yosvany mis intenciones de dirigir una obra y, de hecho, él me estaba preparando. Pero de repente, con su pérdida, tuve que desempolvar todas las cosas que me había enseñado. No era lo planeado, pero no podía traicionar sus lecciones y legado.

S: Entiendo que es una decisión apoyada por tus compañeros…

R: En realidad, la decisión fue de ellos, porque cuando nos sentamos a decidir qué iba a pasar con Polichinela, siempre estuvo claro que no podíamos perder la compañía ni lo logrado. Todos depositaron su confianza en mí y dijeron que sabían podía asumir ese reto.

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S: Es que hacía mucho tiempo eras la mano derecha de Yosvany; diseñando muñecos, dirigiendo y formando actores.

R: Lo que pasa es que yo soy un fresco, un atrevido, y cuando se me ocurrían cosas él las alentaba. Siempre le dio cuerda a mi creatividad y nunca limitó mi libertad para aportar. Eso fue decisivo en mi crecimiento como actor. Así era con todos. Tenía en cuenta el criterio de cada uno, aunque al final él decía la última palabra. La verdad es que siempre fui uno de los que más insistía y él me dejaba hacer.

S: También porque eres de los más “viejos” dentro de la compañía. Junto a Laritza, Juan, Richel, estuviste mucho tiempo bajo su guía…

R: Así es. Literal y metafóricamente soy uno de los más viejos. Empecé con Yosvany hace 22 años, cuando fundó La Nada, un proyecto en la Asociación Hermanos Saíz. Luego seguí cuando le dieron la posibilidad de dirigir Polichinela, en 2003; siempre estuve a su lado.

S: Nadie me lo va a preguntar, pero creo que fue una decisión muy acertada, la más natural.

R: ¿Sabes?, yo pienso que podría haber sido cualquiera de los cuatro que mencionaste. Porque Laritza se graduó junto con Yosvany en la escuela, conoce perfectamente su estilo, dirige y forma actores, es una excelente actriz y maestra. Juan Manuel empezó junto conmigo y no lo considero mi igual, sino mi superior. Tiene una capacidad de aprendizaje espectacular y domina un montón de técnicas. Y con Richel, igual, talentoso, trabajador, aprende rápido. Podría haber sido cualquiera de nosotros, porque sabíamos perfectamente que todos nos apoyaríamos de una manera u otra. Por eso me sorprendió que la decisión de mis compañeros fuera unánime. Ninguno estaba pensando en los protagonismos, sino en mantener la obra.

“Nuestra misión es proteger el amplísimo repertorio de Polichinela, de más de 13 obras en activo, y seguir. Estaba muy claro para todos: no podía volver a suceder que una parte de la trayectoria de la compañía en estos casi 57 años se perdiera. Esa era nuestra principal preocupación”.

S: Eso me da pie para preguntarte cómo mantener lo logrado y, a la vez, superarlo.

R: Yosvany nos formó de una manera en la que entendimos que actuar no es un oficio, sino un estilo de vida. Eres artista las 24 horas; nunca se llega, siempre hay más que aprender. Eso lo tenemos como base y seguiremos aprendiendo, estudiando, superándonos. Y la mejor manera de mantener ese legado y que no caiga en el olvido es, justamente, trabajando. Con toda la pasión, con toda la responsabilidad; divertirnos.

Todos los muñecos en el Pin Pan Pum

Al ritmo del "cata cata pum" seguiremos la marcha por este hermoso camino, seguiremos poniendo en alto a Teatro Polichinela y al teatro de títeres en Ciego de Ávila

Posted by Teatro Polichinela de Ciego de Ávila on Friday, August 6, 2021

S: ¿Cuáles son los próximos horizontes de Polichinela? A la vuelta de unos días está la décima jornada Títeres al Centro, pero la Sala Abdala es objeto de una reparación bastante ambiciosa…

R: Desde el 1ro. de noviembre estamos en los barrios. Hemos organizado varias actividades con la Organización de Pioneros José Martí y la Unión de Jóvenes Comunistas para llegar a comunidades que llevan mucho tiempo sin disfrutar de nuestro arte. Trataremos por todos los medios de llegar a la mayor cantidad de lugares posibles, donde nos permitan tener un grupo de niños como público, mientras avanza la reparación de nuestra sede, la Sala Abdala.

“Cuando se reabra la sala, a finales de este mes si todo sale bien, retomaremos las presentaciones los fines de semana, al igual que en el momento de reinicio del curso escolar estaremos también en las escuelas, como siempre lo hicimos. Con Títeres al centro, aunque no pueda hacerse presencial, sí iremos a las comunidades y se hará la Noche más larga de los títeres en el Bulevar”.

S: Si algo ha caracterizado a Polichinela es que el repertorio está en constante actualización, aunque la COVID-19 les marcó un impasse desde La Carpetica de yarey. ¿Podemos hablar ya de un próximo estreno?

R: Sí, por supuesto. Yosvany estaba trabajando desde hacía un tiempo en un texto de su autoría, al que había titulado El show de las papas fritas. Lamentablemente esa obra quedó inconclusa, solo en el prólogo, y yo me di a la tarea de terminarla, pues conozco a la perfección su estilo y el argumento. Estará lista para subir a las tablas en diciembre, antes de fin de año.

“El segundo estreno llegará en febrero de 2022. Se trata de un remontaje de una multipremiada obra de Polichinela, con guion de Yosvany Abril y montaje mío: La sambumbia de los comejenes. Todo será nuevo menos el texto, habrá sorpresas con los títeres, el diseño de luces, la escenografía.

“Y queremos montar una tercera pieza, para darle continuidad a la línea temática que iniciamos con Lo que te voy a contar y La carpetica de yarey, obras diseñadas para un público adolescente. A Yosvany le preocupaba que el público infantil asiduo a nuestras presentaciones, una vez entraba en la adolescencia, perdía el vínculo con el teatro, porque no existían obras para ellos. De ahí nace Mascarada criolla, de la que podríamos hablar más adelante”.

S: ¿Qué será Somos Abril?

R: Somos Abril será, precisamente, una jornada teatral que celebrará la vida, la obra y el amor por el arte que definió a Yosvany Abril. La desarrollaremos entre el 18 (su cumpleaños) y el 23 de marzo (Día Internacional de la marioneta), y estará dedicada exclusivamente a los adolescentes y jóvenes. Hay un vacío en el teatro de títeres para adolescentes y queremos llenarlo.

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