Otras sonoridades del trombón

El músico Juan Carlos Corcho Vergara registra notorios resultados con su trombón, pero también destaca como director y gestor cultural

Es impresionante la valía artística de la música creada en diferentes sitios de la provincia de Ciego de Ávila; destaca aún más, el impacto de esta manifestación del arte, debido a la diversidad de géneros y, con ello, la profusión de eventos gestados en estrecha vinculación institucional con la Empresa Comercializadora de la Música y los Espectáculos Musicávila.

De entre ese abanico de creación, e interpretaciones de la música, destaca el trombonista Juan Carlos Corcho Vergara, distinguida personalidad, quien cumplió años de vida el pasado 15 de mayo y, a pesar de tanto tiempo en activo, gracias a su versatilidad, todavía crea, dirige, enseña y gesta importantes espacios culturales.

Cuando se conoce el trabajo artístico de Corcho Vergara, en su desempeño como director, emergen sus aportes tanto en la Banda Provincial de Conciertos de Ciego de Ávila, como en el Conjunto Instrumental Música Abierta; ambos formatos, demuestran profesionalidad y compromiso ante desafíos culturales de la contemporaneidad.

El músico instrumentista desarrolló su talento en orquestas nacionales de primer nivel: Orquesta Sinfónica Nacional, Orquesta del Teatro Musical de La Habana, Orquesta del Cabaret Tropicana, Grupo Proyecto de Gonzalito Rubalcaba, Orquesta de Pachito Alonso y sus Kinikinis, Manolito Simonet y su Trabuco. Con las cuales desarrolló un amplio trabajo discográfico, siendo partícipe de giras internacionales por todos los continentes.

Junto a Música Abierta, Juan Carlos Corcho Vergara —desde 2008 hasta la actualidad— ha desplegado su obra con creces, como resultado de sus constantes experimentaciones, en el universo de los instrumentos musicales. Durante este período, han sido partícipe de las jornadas de concierto convocadas tanto en la provincia de Ciego de Ávila, como en el resto del país.

A su decir, “Música Abierta ha defendido, durante años, varios espacios fijos, destacándose, de modo notorio, D’Sábados en el patio, plaza cultural en la sede provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, el cual contribuyó a la creación de un público que se deleitara con la música instrumental”.

La labor pedagógica es una arista del quehacer de Corcho como profesor de trombón, quien sensibiliza a sus discípulos no solo en relación a la disciplina y técnica del instrumento, sino, también, respecto a otras aplicaciones y perspectivas de la musicalidad.

Ya veinte generaciones de trombonistas exhiben aprendizajes dotados de la singularidad de Corcho. Por ello, el profesor, fungió como coordinador-director de la otrora Escuela Provincial de Bandas de Ciego de Ávila, lo que posibilitó la creación de ocho nuevas bandas para los municipios avileños, carentes de esas entidades musicales hasta ese momento.

En ese rol, obtuvo nominaciones al Cubadisco con álbumes tales como Testimonio de una búsqueda (2013) y Rapsodia para mi ciudad (2023), sobre lo cual el maestro afirmó: “Ambos discos resumen el trabajo de veinte años de creación, en ambas instituciones musicales: Banda Provincial de Conciertos y Música Abierta”.

En palabras de Corcho Vergara, Testimonio de una búsqueda “nació con un objetivo técnico y artístico, pues su contenido es totalmente académico, donde se recrean obras musicales de los períodos clásico, romántico y contemporáneo de la llamada música culta”; Rapsodia para mi ciudad, por su parte, “es un disco ecléctico que pretende a través de su rapsodia, o canto, reverenciar a la ciudad en la que nací. Es una pretensión más espiritual, un poema en forma de música a la ciudad”.

El músico trombonista, se propuso, además, otra modalidad de la promoción de la actividad cultural y creó el Proyecto de Desarrollo Local Centro Cultural Nicaragua. Motivado por la existencia y convivencia de tradiciones de las bandas de conciertos y conjuntos instrumentales (de vientos o mixtos) en el municipio de Ciego de Ávila, “este proyecto sociocultural surgió inspirado en la necesidad de preservar las tradiciones musicales, urgidos por la implacable guerra cultural a través de las redes sociales, en medios tradicionales de comunicación, entre otros”.

Se trata de una manera de resistencia cultural en rescate de zonas de la identidad, enfocada en el vínculo local-universal; lo cual reactiva, confirma, y enriquece la cultura nacional, pues se pretende que, artistas y públicos, dialoguen de forma diáfana, permeados de emociones emancipadoras y liberadoras.

Aunque el proyecto está aprobado por el Consejo de la Administración, se continúa esperando su activación. No obstante, Corcho Vergara confía en sus músicos, colegas del entorno cultural de la localidad, y, en especial, en los decisores, pues es consabido que la belleza de un legado musical, es impostergable.