Osval, cómplice de su realidad

Osvaldo Gutiérrez Gómez, reconocido como Osval por su firma artística, exhibe ¡Ríete pa que no te duela¡ 2

La caricatura constituye una prueba de inteligencia y razonamiento de lo que se desee tratar. El caricaturista se convierte en intérprete, traductor, y cómplice a conciencia de su realidad. 

Ciego de Ávila cuenta con una personalidad amante de “sacarle chispas” a los problemas con jocoso encanto: Osval, quien propone nuevamente una exposición personal, ¡Ríete pa que no te duela! 2, muestra de su quehacer caricaturesco, en la galería Azagaya, sita en la sede del Comité Provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.

Una aproximación a las imágenes de Osval demuestra su percepción ante cada desafío de la cotidianidad de la cual es copartícipe; la dinámica de la población es asimilada a cabalidad, lo cual es elemental como punto de partida para el logro de la concepción artística de cualquier creador.

En este caso, donde el dibujante del humor es protagonista de su vida y, aún más, se convierte en líder de su propia batalla, la franqueza se torna esencial; la mirada desde la realidad es tamizada, transformándose, pues, en otra realidad: la artística.

Se convierte el artista en gestor de nuevas presencias contextuales a través de las cuales los seres humanos no solo meditan, sino, además, se comunican con las especificidades del entorno.

La identificación de los conceptos es perspicaz, gracias a la esmerada depuración de lo innecesario en el asunto a abordar. Con personal picardía, el artífice de esta exposición asume una postura crítica ante su única e irrepetible percepción de lo real.

El logro de una conformación caricaturesca, aunque parezca fácil, conlleva un elevado nivel de síntesis del proceso a “retratar”, o, lo que es igual, comunicar economizando recursos; pero, esto, a su vez, requiere sean los adecuados. Simpáticas figuraciones toman sus roles, y los trazos y giros proporcionan consistencia a los personajes elegidos para dialogar en el centro de la escena.

Posted by Uneac Ciegodeavila on Friday, August 22, 2025

Interesante es cómo hasta los asuntos más espeluznantes para el sentimiento humano son mostrados de un modo en el cual se integran la crítica y la ética. Los embates económicos, políticos, religiosos e ideológicos, se tratan, en los diversos trabajos, a través de la fina sensibilidad, exquisitez del diseño, y compromiso con el acto de la creación artística.

Gráciles líneas, valor conceptual, colores, preñan esta obra de reflexiva jocosidad donde se aprehenden los acontecimientos actuales que se encuentran en debate tanto en el ámbito internacional, como en el día a día avileño, en coherencia, o contraste, con el del resto del país.

Aparece el texto escrito como aspecto ideal, confirmando la composición (caricatura), y la versátil caligrafía de Osval —y su inseparable perspectiva crítica— juega con los demás elementos.

Es decir, la caricatura no resta importancia a ninguna de sus partes estructurales, sino todo lo contrario: cada presupuesto es utilizado con mesura, por lo que esta impronta califica como arte.

Re-creaciones de experiencias colectivas, propuestas de versiones a favor de la empatía, prevalecen en un discurso en el que la simplicidad de la imagen asume la dramaturgia subyacente, para así manifestar la situación problemática en cuestión.

Ineludiblemente, Osval inventa un sitio común para todos y todas, rehace deshechos, modifica vigencias y, con ello, inmediatamente, la actualidad, el estado emocional del público, regala esperanzas; con exclusiva simpatía, provoca la risa.