Notas al margen de la cultura en Ciego de Ávila

Rodolfo Medero Valdés, director de Cultura en la provincia, valora el año que se fue y dicta las pautas de los próximos 12 meses.

Imaginar que de un día a otro los principales eventos culturales de Ciego de Ávila quedarían suspendidos y que, por ejemplo, entre el público y el Piña Colada, o la Feria del Libro, mediarían solo las redes sociales, era improbable antes de que la COVID-19 viniera a poner de cabeza cualquier lógica.

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Mientras se decidían centros de aislamiento, trabajadores esenciales y voluntarios, los artistas debieron esperar y armonizar su obra con el nuevo contexto. Pudo haber sido hastío o reto, pero lo cierto es que en estos meses la cultura estuvo obligada a reinventarse y se confirmó que la comunicación y la interacción pueden suceder a través de una pantalla y, con todo y eso, el resultado no sería menos elocuente que cuando se llenaba una plaza para disfrutar de un concierto.

Consciente de que 2021 ha arrancado también a la sombra de un tercer rebrote y, probablemente, la Nueva Normalidad no se traducirá literalmente en una programación estable en cada una de las instituciones del territorio, Rodolfo Medero Valdés, director de Cultura en la provincia, valora el año que se fue y dicta las pautas de los próximos 12 meses.

—El año 2020 significó un antes y un después en los modos de hacer y pensar el arte, ¿qué aprendizajes quedaron?

—La llegada de la COVID-19 impuso retos con tal de mantener en la medida de lo posible la programación. A pesar de los contratiempos, no hubo apagón cultural, y fue necesario buscar alternativas; por eso, se emplearon las redes sociales para mantener el contacto con el público. Durante los meses de julio y agosto, cuando la provincia estaba en fase de recuperación, se disfrutó de un verano con diversas actividades en los 10 municipios. Festividades de largo arraigo como las parrandas de Punta Alegre y los Bandos Rojo y Azul de Majagua se celebraron en el entorno digital, gracias a las iniciativas salidas del pueblo.

“El año que recién termina confirmó la importancia de las Casa de Cultura y del promotor en el corazón de las comunidades para sustentar el trabajo. También la Asociación Hermanos Saíz y la Unión de Escritores y Artistas aprovecharon para bien las redes. Otra de las alegrías fue haber mantenido a raya al virus al interior de las instituciones, no hemos tenido que lamentar ningún brote ni ninguna actividad ha generado focos de contagio”.

—Si tuviera que inventariar satisfacciones, ¿cuáles exaltaría?

—A pesar de las dificultades fue una alegría inmensa que los Bandos Rojos y Azul de Majagua recibieran la condición de Patrimonio Cultural de la Nación; el conjunto músico-danzario La Cinta, del municipio de Baraguá, pudo celebrar su aniversario 40 con una gira por diferentes zonas del territorio: y se logró restructurar la Comisión de Tarjas y Monumentos, la cual ha revitalizado su trabajo en función de la reparación y conservación de diferentes sitios diseminados por nuestra geografía, entre ellos, el sitio arqueológico Los Buchillones, con el cual la historiografía y la cultura tenían una deuda enorme.

—¿Qué inversiones y reparaciones se proyectan para este año?

—Para 2021, el presupuesto de la Dirección Provincial de Cultura supera los 55 millones de pesos, el cual se desagrega teniendo en cuenta los diferentes centros existentes. De modo general, la única inversión contemplada en los planes es la culminación de la segunda planta del local ubicado en la calle Joaquín de Agüero, que deberá funcionar como Biblioteca Provincial, proyecto en el que se trabaja desde hace años. La primera planta ya está terminada, con un buen acabado, y se decidió darle uso a partir del establecimiento de una suerte de plaza comercial para que los artistas de la nómina del Fondo Cubano de Bienes Culturales puedan comercializar allí su trabajo.

“Por la vía de la reparación y el mantenimiento, se ha contemplado también revitalizar el Centro Provincial de Superación para la Cultura, concluir la sede de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas, y entregar funcionando el cine-teatro Apolo, de Morón, para lo que se cuenta ya con las luces y la técnica necesaria.

“En dependencia de las posibilidades, se destinarán pequeños montos a trabajos menores en aquellas instituciones que realmente lo necesiten, y no renunciamos a encontrar apoyo en los gobiernos locales para otros empeños”.

—¿Cómo valora el impacto de la Tarea Ordenamiento en la gestión económica de las empresas e instituciones del sector?

—Los cambios acontecidos han sido para bien, aunque eso no desestima su complejidad y la necesidad de continuas revisiones. Entre lo más significativo está la relevancia que ganará cada municipio en la gestión, fomento y pago del trabajo cultural, debido a que, por ejemplo, las agrupaciones subvencionadas que antes pertenecían al catálogo de la Empresa Comercializadora de la Música y los Espectáculos pasarán a la subordinación local.

“Si se trabaja con eficacia, esto permitirá un mejor diseño de las actividades, conocer en detalle sus fortalezas y necesidades, y el pago saldrá de las arcas de los gobiernos, por lo que ya no compiten con el resto del catálogo.

“Se trabaja en el diseño de un patrón comercial de acuerdo al tipo de producto o espectáculo, la duración y el público meta, para establecer los precios de comercialización. Esto tendrá impacto directo en el trabajo de los artistas en el polo turístico Jardines del Rey, pues, como se ha explicado antes, el cambio sucedía a razón de 1x1, mientras que ahora será a 1x24. De este modo, quienes cobraban 100 CUC por una presentación, no podrán obtener ahora 24 000 pesos. Ese proceso de recontratación y diálogo con las cadenas hoteleras se está llevando a cabo en estos momentos”.

—El arte ha sido, en los últimos días, telón de fondo para reclamos políticos, culturales y cívicos por personas que disienten de nuestra realidad, ¿cuál es el espíritu que se respira en Ciego de Ávila?

—Una vez más fuimos puestos a prueba, pero creo que a la larga prevaleció el diálogo por el bien común y en respeto dentro de los principios de la Revolución.

“No hubo desencuentros en los diferentes espacios de reunión que se activaron entre miembros de la Asociación Hermanos Saíz, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, y autoridades del Gobierno y el Partido de la provincia. En cada uno de ellos se ratificó el compromiso de los artistas y escritores con el proyecto de país que se construye en Cuba. Además, existió consenso sobre principios que son irrenunciables y la necesidad de transformar y superar obstáculos para lograr mejores resultados.

“La cultura debe ser bienestar y beneplácito para el pueblo, y es una labor de mucha espiritualidad, con esas máximas asumimos 2021. Confío que con unidad, trabajo y dedicación podremos cumplir con los objetivos y metas establecidos en el Programa de Desarrollo Cultural”.