Que la Empresa Comercializadora de la Música y los Espectáculos, Musicávila, saldó el déficit de más de seis millones de pesos que hace cuatro años pesaba en sus estados financieros, y que todos los artistas del catálogo están evaluados por el Consejo Técnico Nacional del Instituto Cubano de la Música, debieran ser carta de presentación para cualquier intento de contar su gestión económica y cultural.
Sin embargo, al cierre del 2020 el mérito absoluto reside en haber logrado un mínimo de utilidades (214.00 pesos), que no se traducen tanto en el aporte del número como en el hecho de no haber afectado el presupuesto del Estado, incluso con los vaivenes para comercializar su oferta cultural cuando la COVID-19 obligó al confinamiento y al cese de los conciertos, las fiestas populares y el turismo en la cayería norte, donde está contratado el 92 por ciento del catálogo de la empresa.
Orlando Pino Amores, director de Musicávila, habla de la búsqueda de alternativas para reducir costos y gastos, y de incrementar los ingresos a partir del trabajo con clientes no habituales, entre ellos empresas y cooperativas.
El plan de eventos se trasladó a las redes sociales, siendo el Festival Jazz Centro y la Jornada de Conciertos de los mejores ejemplos; fueron varios los videos clips de agrupaciones avileñas que llegaron a las pantallas con mensajes de amor y resistencia en medio de la pandemia, y la protección salarial se ha mantenido para 606 artistas con una suma que ya supera los seis millones de pesos.
A esta apretada ecuación se le ha sumado el peso de la Tarea Ordenamiento que, si bien al principio puso los pelos de punta, Orlando Pino confirma, que al menos en Ciego de Ávila, los procesos de negociación y recontratación se han llevado a cabo sin grandes sobresaltos.
“El salario de los artistas se incrementó por encima de la media nacional; por ejemplo, un director de música popular gana 5 060.00 pesos y los músicos de cada uno de los instrumentos 4 810.00. En lo referido a la comercialización en la cayería norte, se respetó el cambio a razón 1 CUC por 24 pesos, incluso esta tasa se aplicó para el pago del trabajo correspondiente al mes de diciembre”.
En el mes de enero se fijaron contratos y precios, y en el Departamento Comercial se planificaron las actividades con el ojo puesto en que ninguna unidad artística quedara por debajo del salario mínimo establecido. Bajo estos términos, un grupo musical puede ganar 14 000.00 pesos por una presentación y un solista superar los 1 000.00.
Entre las agrupaciones que se comercializan hoy en la cayería norte está el grupo La familia que, además de presentaciones más o menos frecuentes en varios hoteles, ha mantenido invariablemente su noche de concierto en el Meliá Cayo Coco. Sus experiencias en estos meses no solo hablan de los altibajos en la comercialización, que han sorteado con relativo éxito, sino también del común acuerdo entre las partes en lo referido al pago.
Parte del equipo de Promoción y Comunicación del FESTIVAL VIRTUAL JAZZ AL CENTRO que organizan el grupo La Familia,...
Posted by Orlando Pino Amores on Tuesday, May 26, 2020
Lo otro que ha venido a cambiar de modo radical ha sido la relación de la empresa con los artistas y unidades subvencionadas. En lo adelante el expediente laboral y el presupuesto para el pago pasará a las Direcciones de Finanzas de cada territorio, que es en definitiva donde se lleva a cabo el trabajo. Esto evitará un mecanismo engorroso que obligaba el traslado cada mes hasta la ciudad cabecera de casi 300 personas para efectuar el cobro y desterrará las dificultades derivadas de ejecutar un salario sin controlar la actividad cultural que transcurre en el municipio.
En la empresa permanecerán los expedientes artísticos para una posible comercialización y se mantiene intacto el vínculo metodológico.
A prueba y error transcurrió el mes de enero en el que Musicávila logró ingresos superiores al millón de pesos y a este ritmo calculan que 2021 también les dejará números en positivo, y la feliz conjugación de la función empresarial con la cultural.