Lujos del Festival Piña Colada: Laritza y Divan en una misma noche

Al final la lluvia de la tarde fue un susto. Había que añadirle más suspenso a la tercera noche del Festival Piña Colada en Ciego de Ávila. En el escenario central, a las 10:00 de la noche, como indicaba el cartel promocional, la multitud esperaba los conciertos de Laritza Bacallao y Divan. Los avileños sabían que ellos se iban a hacer esperar; pero nadie quería perderse ni un instante.

Laritza Bacallao salió micrófono en mano y una energía como si acabara de empezar el día. Y, en efecto, sí acababa de empezar el día. Abrió bien arriba, con Carnaval, cual si no fuera a dedicar dos horas de concierto.

Entre un tema y otro, Laritza habla poco. Interactúa con el público, eso sí; pero no divaga. Canta, canta y canta. La noción del tiempo la gente la pierde, mientras ella intenta introducir el mayor número de canciones de su repertorio.

Cuando acaba, solo cuando acaba, los pies dejan de movérsete, bajas las manos, tomas el móvil y a la vista te salta que apenas restan unos pocos minutos para las 2:00 de la mañana. Le agradeces el inmenso respeto que siente por su obra y por ti.

Laritza demostró la vigencia de sus clásicos de música bailable: Nadie te lo quita, Se te fue el avión, Sería perfecto, Estrés (Solo se vive una vez). Tuvo la habilidad “dramatúrgica” de combinar esos temas con parte de su fonograma Que hablen (Puntilla Music, 2021), covers. ¡Y qué covers! Porque Laritza explota su arsenal de cualidades vocales para interpretar desde Ya te olvidé hasta I Will Always Love You.

A Laritza habrá que valorarla siempre por el talento que posee; pero, además, o también, sobre todo, por la bomba y la entrega. No es casualidad. Lo hizo el año pasado y este también. Por eso, cuando vuelva, así no tenga este hit en las listas de éxitos recientes, un público enorme estará esperándola.

Si la llama que se apagaba con la despedida de Laritza, alguien la podía volver a encender en la edición XXI del Festival Piña Colada era Divan. No solo era Divan por la cantidad de jóvenes que arrastra, sino porque su primera experiencia en este evento no iba a dejar pasarla desapercibida.

A Divan le bastó con sonar Yo no quería serte infiel y Pobre corazón para conectar con los presentes. Probó, con La moto, cuán actualizados estaban los avileños con su música.

Con 28 años, Divan ha logrado posicionarse durante aproximadamente una década como uno de los exponentes de la música urbana más escuchados. Con un popurrit recordó su trayectoria: Tu perfume, Solo tú, Vamos a pelearnos un ratico…

Es una suerte que el cóctel más musical de la Isla le ofrezca la oportunidad a un representante de un género tan vilipendiado o, mejor dicho, polémico. Y es una suerte también que Divan haya aprovechado la oportunidad de buena manera.

Cuando se haga el recuento final del Piña Colada 2024, la noche de viernes y la madrugada del sábado, quedará, sin duda, como una de las que se recordará por los años de los años. Apunten la fecha en que coincidan nuevamente Laritza Bacallao y Divan.

Y hubo más, previo a ambas presentaciones, Henya se hizo sentir. La artista dominicana, que fusiona la música de su país con otros estilos internacionales, propuso sobre el escenario central canciones antiguas y recientes de su autoría, incluidas Mi lugar seguro y La mujer de la Atalaya.

Sorprendida terminó Henya por lo bien que le siguieron el baile los avileños. “Me siento agradecida de que este público, que no conoce mi propuesta, me haya recibido tan bonito. Hoy hicimos una canción aquí, en Ciego de Ávila. Fue muy simbólico. Tanta buena vibra, mínimo debía corresponderla así”, dijo con pedazos de emoción y de simpatía.

El Piña Colada es indetenible. Esta noche de sábado incluye dos ingredientes de distintivo sabor en la música cubana. El escenario central lo cubrirán desde las 10 de la noche de Toques del Río, David Blanco y quienes quieran continuar “la pachanga”.