Las tumbadoras hablan. Las manos vuelan, acarician el cuero, que se expresa con un lirismo único. Las voces galopan, giran, desandan y se hurtan al público que corea sus canciones. Se lee en letras grandes su nombre: Los Pa-Pi-Nes-Cuba en las tumbadoras, y nadie puede resistirse. Lo han conseguido. Han vuelto a enamorar a los espectadores.
Así ocurrió en la noche de este miércoles en el teatro Iriondo, de la central ciudad cubana de Ciego de Ávila, durante el espectáculo Rumbeando a mi manera, como parte de la gira nacional que la agrupación inició en Guantánamo y que llegará a todas las provincias de Cuba.
“Ya no somos solo Los Papines. Ahora somos La familia Papines”, dijo el Maestro Jesús María Abreu, actual director, y único fundador vivo, luego del fallecimiento de sus tres hermanos: Luis, Alfredo y Ricardo, el Papín mayor, autor intelectual de la creación de la hermandad que durante 55 años los ha unido y llevado a escenarios de más de 60 países.
“Vamos a disfrutar juntos, añadió, porque Tigres e Industriales, aunque se enfrenten en la pelota, son hermanos; y la cultura y el deporte son parte de la enseñanza del Comandante Fidel, para hacer feliz a la Patria.”
Sonaron fuerte los cueros. El guaguancó Malos tiempos se dejó escuchar: “Yo no quiero que me traigan desatino a mi soledad/ yo no quiero en mi camino la fatalidad”; la Rumba con reguetón: “Deja que yo te cuente lo bueno que está el ambiente”; y la versión rumbera de la canción ¿Y cómo es él?, del español José Luis Perales, hicieron visibles los signos de una religión musical que cautiva y contagia; pero que, por sobre todo, muestra que la música no entiende de géneros, solo de armonías, compases, y buenas maneras de hacer.
“Yo no quiero líos/ni perorata/ ni brete/ay, no te metas conmigo/recoge la ropa y vete…”, estribillo que ganó la complicidad del público; y “A que tú no sabes que Los Papines tienen algo diferente/no lo digo yo, lo dice la gente”, entre otros, en la voz de Yuliet, hija de Jesús, y madre del pequeño Alan, el Papín menor, de solo cinco años, aderezaron el intercambio con los asistentes, privilegiados al tener sobre el escenario a las tres generaciones de músicos existentes en el conjunto.
El elogio oportuno fomenta el mérito.
Dicha acompañada del momento en que Ramón Borges González, presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Ciego de Ávila, hizo entrega a Jesús, de la condición Alta Distinción; secundado por Virginio Menéndez Moro, director provincial de Cultura, de cuyas manos recibieron la distinción Ciudad de los Portales; así como un Reconocimiento a todo su mérito artístico, concedido por la Empresa Comercializadora de la Música y los Espectáculos, en la persona de su director, Orlando Pino Amores.
Yuliet, Luis Alberto, Lázaro Jesús, Ángel de Jesús y Alexander, bajo la égida del Maestro Jesús María, rindieron homenaje al fallecido músico cubano Juan Formel con la interpretación del tema De mis recuerdos; para despedirse con la más ovacionada de las rumbas, y desaparecer tras el telón con la promesa de que este volvería a descorrerse, para los avileños, en 2019.