Desde que en el 2017 Invasor reseñara el panorama de las salas 3D en Ciego de Ávila, no mucho ha cambiado, aun cuando un nuevo local en el municipio cabecera (con mejores condiciones) espera por la arrancada de la programación.
Por aquellas fechas se hablaba de que en los comienzos de esta tecnología en la provincia, el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica garantizó cuatro filmes para las primeras puestas: Thor, el mundo oscuro y El gran Gatsby, en la sección de adultos, y Lluvia de Hamburguesas y Frozen para los niños.
Luego, las carteleras debieron nutrirse con la gestión de los trabajadores del Centro Provincial de Cine (CPC) y a estas alturas del 2020 se mantiene intacta esta vía, a la que se han sumado también los propios espectadores, no sin la aprobación de los responsables de visualizar los materiales antes de proyectarlos. Entonces, lo exhibido al público pasa por los tamices de la disponibilidad real, la subjetividad de quienes revisan y, de paso, la interpretación individual de la política cultural.
En el caso de la sala de Punta Alegre, se tensa aún más la cuerda. Allí los encargados tienen no solo que buscar las películas, sino, además, encontrar el dispositivo para trasladarlas. La institución rectora en el territorio no dispone de un disco extraíble para entregárselo, según da cuenta el director, Idalberto Díaz Acosta.
Podría parecer un rosario de problemas lo que rodea al ámbito cinematográfico en suelo avileño. Por ahí, más o menos, se mueven sus días: carencias tecnológicas, competencias con otras formas de consumo mucho más privados, más diversos…
El nuevo espacio para la sala en la ciudad capital provincial tampoco ha estado alejado de esos caminos: el proyector ha tenido dificultades, aunque en estos momentos está listo, señala Díaz Acosta, (podrá comprobarse cuando esté en uso) y el aire acondicionado presenta algunos desperfectos, a los cuales se les busca solución para lograr ponerla en marcha lo más pronto posible.
Explica Idalberto que se tomó la decisión de cambiar la sede anterior, antigua Sala 7, ubicada en los altos del CPC, por el difícil acceso a ella. La actual radica en el local en el que se estableció por un tiempo el proyecto Estamparte. Este último, detalla, se trasladó a la sala de video del reparto Vista Hermosa.
¿Qué ha pasado con la sala de Majagua? Pues los bajos ingresos y la asistencia de público fueron el motor impulsor para moverla al municipio de Morón. Pero, ahí no detendrá su paso y las perspectivas son llevarla a Primero de Enero en algún momento del año.
Eisy Vázquez Delgado, directora municipal de cine en Morón, informa que desde noviembre pasado tienen en la localidad este tipo de proyección. En esos dos últimos meses del 2019 se ingresaron 710.00 pesos en moneda nacional (con precios de 5.00 y 10.00 pesos para las entradas a adultos y niños, respectivamente) y las cifras de enero estuvieron por encima de lo planificado.
Sin embargo, reconoce la poca variedad de la programación como un factor para menos asistencia de público, sobre todo los adultos, que no suelen interesarse por las reposiciones. Tampoco allí escapan de valerse de la autogestión para proyectar de martes a domingos otras películas, aparte de las entregadas de manera oficial (Cocodrilo, Spiderman, Río y Lluvia de Hamburguesas).
También en el 2017 se anunciaba la instalación de una de estas salas en Bolivia; y en anuncio quedó. Por el momento, las expectativas allí son con la tecnología 4D que, argumenta Idalberto Díaz Acosta, se suponía ya debía estar montada, mas se está a la espera de un aditamento necesario.
La situación de las salas avileñas de 3D no difiere del resto de las instalaciones cinematográficas (con cinco cines cerrados): la falta de condiciones en la infraestructura para el disfrute pleno de un filme, la situación con la disponibilidad energética, y un tanto de fatalismo geográfico haciendo sombras.
Algunas estadísticas al cierre del año finalizado ilustran que, sorteando estas dificultades, se lograron en la sala del municipio de Ciego de Ávila 244 funciones, 1 325 espectadores llegaron hasta ella y logró recaudar 3 590.00 pesos.
Entre esos números se lee también que no es una propuesta desestimada por los avileños.
Si bien es cierto que las formas de consumo cultural han cambiado, el cine no deja de ser una opción más y, de ir por mejores rumbos, sería una alternativa tentadora.
En ese sentido podría centrarse la mirada para que deje de ser la luz corta la que acompañe al séptimo arte aquí, en cualquiera de sus dimensiones.