El artista avileño Jeosviel Abstengo crea una vez más inspirado en la criminología y la representación que tenemos sobre ella como sociedad
Si digo que el crimen es un espectáculo y que asistimos, hasta gustosos, sin pagar la entrada, probablemente el lector pensará en videos que salpican de sangre a las redes sociales de tanto en tanto.
Pero si digo que el crimen es también una aspiración platónica, en un mundo donde moral, castigo y dinero no siempre van de la mano, el gesto llevará algo de asombro.
Inconscientes somos ―y Jeosviel Abstengo Chaviano ahora nos “zarandea” para verlo― de la leve transfiguración del miedo hacia la seducción que ejerce sobre las masas lo que ha quedado en llamar “criminología cultural”.
Y Abstengo, que ya hace tiempo ubica los temas de crimen, poder y representaciones sociales al respecto dentro de sus inquietudes como artista, tomó 45 lienzos y dijo todo esto en lenguaje de pasteles y acuarela.
“A veces tenemos que ponernos a pensar en cómo estamos cambiando”, remata él después que hablamos sobre el conversatorio previo a la apertura de la exposición Clonación Biométrica, en la Galería Raúl Martínez, del Centro Provincial de Artes Plásticas.
La cultura mainstream o popular “romantiza los actos delictivos como un status de grandeza. Lo vemos desde la música, con géneros como el reggaeton o los corridos, plataformas de televisión como Netflix y hasta la publicidad. Hay criminales que logran pagar sus fianzas vendiendo sus historias”.
Por eso el artista entrega esta serie de retratos, cabeza abajo, hombres y mujeres en monos naranja, con pose de youtubers y número de serie (o de tarjeta bancaria, quizás). Y nosotros, del otro lado, recibimos el signo de interrogación.
La invitación para ver las obras está abierta por 30 días
La exposición fue trabajada en paralelo a otros proyectos, de los que tendremos noticias pronto, y afortunadamente no dista mucho de la última, Cuesco Cow.
A las próximas, acaso, asistiremos más despiertos y menos clonados.