Jazz Centro en Morón: esto sí es magia

La última noche de jazz en Morón fue todo un éxito. Ya el público espera que el 2023 regrese la buena música

La primera buenísima impresión que te llevas un sábado en la noche en la puerta del teatro Reguero de Morón, es que de las cerca de 100 personas en las butacas casi todas las ocupan muchachos jóvenes.

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A las 9:05 arrancaba el concierto que una hora después se nos hacía demasiado corto, y un corto repaso sobre las caras de los músicos revelaba lo que diría Dayron Oney Peña en la despedida: “Es una maravilla ver cómo suena la orquesta. Casi no hemos podido ensayar y aquí hay tres generaciones de músicos”.

• Sobre los anfitriones del evento

Y así era. Al piano, la trompeta, los saxofones y el clarinete, desde al abuelo, Nelson, pasando por Dayron, Daymon y Dayton hasta llegar a la jovencísima Daymí, con sus 16 años recién cumplidos. Invitados de grandísimo calibre, que llegaron desde Camagüey, Villa Clara y Sancti Spíritus: José Díaz, Carlos Álvarez (invitado de honor), Alfred Thompson y Eduardo Campos. Premios JoJazz, años de experiencia y una tremenda amalgama de pasión in crescendo.

 alfredAlfred Thompson con el saxofón soprano

El concierto, como ya es tradición, dedicó una primera parte al jazz internacional y la otra al latino y cubano. Al inicio, tres piezas de la autoría de Dizzy Gillespie, trompetista y cantante estadounidense, de las figuras más destacadas del bebop.

dayronSolo de trompeta interpretado por Dayron

Dayron cuenta que el bebop nace de la guerra de los jazzistas y las disqueras, demasiado concentradas en el tremendo éxito de Elvis Presley. “Los jazzistas empezaron a hacer música para ellos, y así surge el bebop. Dizzy fue muy colaborador con Cuba, incluso, uno de los temas suyos, de esta noche, tiene un título en español: Con alma”.

Para el momento del jazz latino, cuando empezó a sonar Moon over Cuba (en inglés, Luna sobre Cuba), fue que se supo bien quién es Carlos Álvarez y por qué se le dedicó el Jazz Centro.

“Es muy virtuoso, toca como si estuviera cantando”, lo presentó Dayron y así fue. Carlos tocando el trombón como si fuera un llanto (así es como hablo yo, diría luego en entrevista), Dayron, al lado suyo, disfrutando, jugando, como un niño pequeño.

“A mí nunca en la vida me habían homenajeado de esta forma —dice Carlos al terminar el concierto. Todo ha sido sorpresa. Estuvimos en la Escuela de Arte para dar una clase magistral, y la clase nos la dieron los niños, cuando los vimos tocar. Luego en la galería —Hugo Cortijo— me dedicaron una Hamaca en la Fundación Nicolás Guillén, y ahora esto”.

carlos Uno de los mejores trombonistas de Cuba, sin dudar

Los aplausos apenas paraban durante el solo de Carlos. Se le veía feliz.

Y después, ¿alguna vez se imaginaron querer bailar con jazz? Esa es la magia de Latinoamérica. Casi 100 personas moviéndose en los asientos cuando el repertorio pasó por sobre Brasil. “El jazz latino tomó mucho de la samba”, explicaba Dayron.

A las 10:03, cuando se presentó la banda y llegó la despedida, la hora se había pasado volando. Luego las fotos, los muchachos subiendo al escenario, los amigos y la esperanza.

Ultima noche del festival Jazz Centro en el Teatro Reguero, evento de lujo ,un regalo para los moroneros. Gracias al...

Posted by Orlando Concepciòn on Saturday, March 26, 2022

“A este formato, de jazz band, se le debe el 30 o el 40 por ciento de la música cubana. Así hacía música Benny Moré, por ejemplo. Y es una lástima que esté casi extinto”, decía Dayron a Invasor.

Minutos después, su hija, Daymí, de segundo año de Nivel Medio en Música, decía que a ella le gusta toda la música, pero que quiere ser jazzista.