La tarde vivía su preludio, la noche reclamaba su lugar, y el murmullo del viento anunciaba que algo mágico pasaría en el proyecto sociocultural Reverbero de la ciudad de Morón. Ivette Cepeda, estaba a punto de ofrecer su concierto como parte de la XXII edición del Festival Piña Colada.
Si yo hubiera sabido de Orlando Vistel fue el tema escogido para el comienzo, a este, le siguieron otros de destacados compositores nacionales y foráneos; Es más, te perdono de Noel Nicola, Y sin embargo de Joaquín Sabina o Tal vez de Juan Formell, son solo una muestra de un repertorio escogido exquisitamente, el que, en su voz, logran aflorar los más puros sentimientos del ser humano, esos que siempre serán, cosas del corazón.
Ivette es calidez, fuerza interpretativa, amor, pasión, nostalgia, remembranza, armonía perfecta que es capaz de emocionar a quien la escucha.
Momento emotivo fue cuando la espirituana invitó a subir al escenario a Lucy Safonts, presidenta de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en la filial de Morón e intérprete de la Empresa Comercializadora de la Música y los Espectáculos de Ciego de Ávila, juntas le pusieron voz al antológico tema, Veinte Años de María Teresa Vera.
La artista que no se presentaba en predios moroneros desde el ya lejano año 2016, reconoció sentirse acogida en esta tierra, “son un público maravilloso, sin dudas regresaré” dijo, mientras los últimos acordes de su concierto se escuchaban y la despedida era inaplazable.