En Morón, la artesanía tiene rostro de mujer

Si no fuera por el virus, esta semana la galería de arte Hugo Cortijo, de Morón, estuviera estrenando exposición, y un puñado de mujeres andarían orgullosas de sus puntadas impecables y sus bordados en cinta, que más de un mes de trabajo les costó.

Sería quizás un homenaje inintencionado a la patrona de la ciudad, que este 2 de febrero se quedó sin peregrinación, y una manera de poner al centro de los retos que impuso la pandemia el coraje de mujer.

Pero lo que una exposición debe llevar a feliz término, es apenas un ejercicio para talleres de aficionados y, como siempre que median los buenos maestros, creció hasta volverse proyecto de artesanía a gran escala.

Así lo cuenta a Invasor Lina María Díaz Rodríguez, instructora de arte en la casa de cultura Haydée Santamaría Cuadrado, cuyo trabajo con grupos de niños y adultos ya se ha ganado la atención de este periódico.

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Esta vez, la idea involucró a otro instructor de esa institución, el joven Daniel Maidique López, que, a juicio de Lina, se ha convertido en el "asesor o el tutor de las talleristas".

Él es el autor de casi una docena de bocetos, a los que Lina y seis de sus alumnas les dieron color con los bordados a mano y en cinta, y la técnica de flores armadas, que por sí misma lleva un taller.

"Quisimos que todos los cuadros fueran retratos de mujeres cubanas, que reflejaran la belleza de diferentes maneras, de acuerdo con la creatividad de las alumnas", cuenta Lina.

Las autoras y talleristas de Lina son, en su mayoría, trabajadoras del hogar, como Luz María Cervantes, Tania Sierra, Damianka Parellada y Bárbara Barreto. Yunelis Juan trabaja en la propia Casa de Cultura, y Belkys Pérez es secretaria docente en la escuela primaria Cuba Socialista.

A ella Invasor le preguntó acerca de los talleres. Belkys ya ha sido miembro de cuanto taller ha dado Lina, y ahora lo pone en práctica con un rostro bordado, que adorna con flores armadas. "No es solo la belleza o la delicadeza de la mujer lo que queremos transmitir, sino también la fortaleza."

Sacar tiempo para hacer algo con las manos nunca ha sido un problema para ella. "En la escuela me dicen: ´yo no sé cómo tú puedes´. Pero es que yo aprovecho cualquier ratico."

Y como anillo al dedo le viene que su profesora organice proyectos creativos como esta exposición.

Mujeres ataviadas por mujeres, bellezas artesanales que Invasor no puede mostrar por el momento, pero que Lina, por supuesto, no renuncia al empeño de estrenar, como es debido, en la Hugo Cortijo, de Morón.

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