Tomada de Facebook A varios días del fallecimiento de Yosvany Abril, director del guiñol Polichinela, artista no solo conocido sino también querido por Ciego de Ávila, Invasor reúne testimonios de colegas de escena, que valoran su obra y la huella que ha dejado.
• Hace dos años hablábamos de su nominación al Caricato
Es una manera de no centrarnos en el dolor, porque todos los decesos duelen por igual. Recordar sus aportes a las artes escénicas en Cuba es ahora, un necesario homenaje.
Para Liubin Lima, artista avileño, es difícil solo opinar y no hablar desde el cariño. “El negro tenia el don de agrupar, de saber quién era el correcto con el talento adecuado para cada circunstancia. Su legado somos todos los que pasamos por sus manos, que son más de lo que se imaginan, porque no solo lo hizo para el teatro infantil, fue un visionario ambicioso, pero comedido y paciente”.
Muchos hablan de Yosvany como familia, o como hermano. Freddys Núñez Estenoz, director del camagüeyano Teatro del Viento, también lo hace, aunque también fuera “el director que mejor supo sacar luz a mis textos”. Y agrega: “mi viento tendrá una función eterna para ti”.
Juan González Fife, director de Teatro Andante, en Bayamo, titiritero también, le conoció en la escuela de arte de El Yarey, por aquellos lares. “Desde su presentación descubrimos una inteligencia precoz, descubrimos temprano una conmovedora dulzura de alma y unas ganas enormes de hacer el viaje en el territorio del teatro. Entregado y responsable desde entonces, vimos su talento para la dirección teatral, luego vinieron las aventuras de la vida cultural de Bayamo y sus incursiones en divertidas puestas para La Guerrilla de los Teatreros, una segunda escuela de humanidad, servicio y arte”.
Con el mismo “ángel” le vieron regresar a Ciego de Ávila. “Su nombre muy pronto se hizo notar en la escena nacional, un organizador eficiente, un maestro singular que renovó y revitalizó no solo a su amado Polichinela, sino a todo el teatro al centro del país”.
Desde Matanzas, Rubén Darío Salazar Taquecher, director de Teatro Las Estaciones, se pregunta: “¿Quién no quería a Yosvany con su inigualable grupo Polichinela? ¿Quién no lo ponía en el itinerario de las giras, convencidos de que la estancia en sus predios sería inolvidable? ¿Quién que lo conoció no está llorando ahora esa salida intempestuosa e inesperada de la escena?”.
• De su Títeres al Centro
Orlando Concepción, desde su Compañía D'Morón Teatro, va más lejos y habla en presente. “Yosvany Abril es de esos creadores que desde que lo conoces te das cuenta de su inteligencia natural. Desde sus primeros montajes con el grupo La Nada supe de su gran talento. Después se solidificó con el Polichinela, le impuso su sello personal y los resultados están incluidos en cada gira, evento o festivales en que participó. Es imposible hablar del teatro de títeres sin hacer un gran estudio sobre la obra de Yosvany Abril, su nombre es imprescindible no solo en el teatro avileño sino en el teatro cubano”.
Su breve paso por la vida le cosechó al titiritero cariños profundos, y admiración igual de sentida. A Invasor le es imposible contactar a todas las personas que en estos días cargan juntas con su legado, las mismas que no dejarán nunca que caiga su telón.
Se nos despierta el Guiñol con el corazón deshecho, sin un latido en el pecho Y con menos luz del sol. Se nos despierta...
Posted by Ahs Ciego de Avila on Sunday, July 25, 2021