Debaten y proponen desde la Asociación Hermanos Saíz

A propósito de las consultas populares por el anteproyecto del Código de Trabajo, la AHS en Ciego de Ávila realizó su proceso de discusión

anteproyecto Las limitantes del pluriempleo, la obligatoriedad de cumplir con el servicio social de los recién graduados y el concepto de Trabajo Digno, fueron algunos de los temas tratados en este encuentro con los trabajadores de la Casa del Joven Creador, acompañados por Bárbara López Delgado, secretaria del Sindicato de los Trabajadores de la Cultura en este territorio y el ejecutivo provincial de los jóvenes artistas.

El debate, signado por las preocupaciones propias de quienes trabajan en el cumplimiento y ejecución de una programación cultural cada día más interesada en atraer a los jóvenes, fue un verdadero ejercicio de derecho y de libertad expresiva.

Las principales preocupaciones giraron en torno a aprobar un código que se parezca más a su pueblo y a los tiempos que corren. Que no pretenda colocarle límites a los deseos de ganarse la vida que tiene esa parte de la sociedad, que aún cree en el trabajo con el sector estatal.

Además, se hizo la propuesta de desterrar de este anteproyecto la palabra “pluriempleo” y cambiarlo por “contratación”. También se propone no limitar el número de horas de trabajo por día, si se tiene en cuenta que no todos los oficios son iguales, ni tienen la misma estructura en sus horarios, sobre todo cuando ya se aprobó y es vigente, el teletrabajo y otras facilidades.


También se analizó la posibilidad de que todos los trabajadores tengan el mismo nivel de acceso a ser recontratados en otras empresas en caso de reunir los requisitos jornaleros básicos.

Otro de los temas fue la necesidad de cambiar la manera en que los recién graduados son enviados a cumplir el servicio social a lugares e instituciones que, en muchos casos, no cumplen sus expectativas laborales o ni siquiera se acercan a su perfil de carrera.

En este sentido, se habló de que a los egresados universitarios se les permitiera pedir o al menos declarar, dónde quisieran pasar sus años de adiestramiento. Fue un parecer de la mayoría en este encuentro, que esa posible solución sería remedio para la dejadez y la desmotivación, así como un freno a los que desestiman el trabajo con el Estado y su inclinación hacia el sector privado.

Y del temor al regreso a una sociedad como la que había en Cuba antes de 1959, se puso en evidencia cuando se señalaron los riesgos de esas organizaciones de empleadores conformadas por gestores no estatales que participan de forma efectiva en procesos de planificación, regulación, gestión y toma de decisiones. Aunque también se menciona en el anteproyecto la “actuación colectiva”, donde los empleadores ejercen sus funciones con obediencia a la ley y acuerdan condiciones de trabajo. Y se sabe que nuestra ideología socialista ampara al trabajador cubano.

El anteproyecto de Código de Trabajo representa un avance significativo hacia un sistema laboral más equilibrado en comparación con la legislación vigente. Aborda muchas de las “omisiones” e “insuficiencias” detectadas en el diagnóstico, ampliando derechos fundamentales, modernizando el acceso a la justicia y creando redes de seguridad económica.

Se hizo énfasis en que este es un código mucho más justo que su predecesor, pero como toda ley, su justicia final dependerá de su implementación práctica y de la posibilidad de seguir perfeccionándolo, para lo cual se ha concebido precisamente el amplio proceso de consulta con los trabajadores. Esta fue la consulta número 36 de las 78 previstas a realizar en todo el territorio avileño en el sector de la Cultura.