No era una noche cualquiera la de este 27 de mayo en la ciudad avileña de Morón, era el preludio del aniversario número 39 de la Compañía D'Morón Teatro, un colectivo que lidera Orlando Concepción González y que ha sabido ganarse a golpe de sacrificio y empeño el calor del público.
La celebración llegó con el estreno de El Pequeño Príncipe, adaptación del clásico de la literatura universal El Principito, del escritor y piloto militar Antoine de Saint-Exupéry.
Cinco actores en escenas van cobrando vida sutilmente, como si se tratara de marionetas poseídas por la fantasía; así comienza una puesta repleta de matices y códigos teatrales, obra que nos presenta a una agrupación consolidada, ya no solo en el arte callejero, donde es más visible su trabajo, sino además en el teatro de sala.
En el papel protagónico figura Yenny de la Pera Batueca, quien se apropia de un personaje que resulta complejo de caracterizar.
Dentro de los que se estrenan con esta obra se encuentran: Carlos Leumam García Vázquez, María Cristina Morell, Bryan Rodríguez Vega y Liriana Rodríguez Pérez, está última sorprende por la utilización de varios recursos expresivos, a pesar de su joven edad.
Mención aparte para Yiviaknys López Vera, quien encarna magistralmente el personaje de la zorra, su temple en escena nos revela que estamos ante una profesional madura, capaz de enfrentar los más diversos retos escénicos.
Se debe reconocer el exquisito trabajo de diseño, que corrió a cargo de Luis Ricardo Faura y que confeccionó María Cecilia Carvajal Hernández, la correcta utilización de tejidos, texturas y colores, le da a la puesta una fantasía casi extinta en el teatro cubano actual.
Le falta mucho camino por recorrer a la puesta, de seguro en lo adelante vendrán temporadas repletas de público, el que en esta tierra, ama el arte de las tablas, ese que toca las fibras más nobles del ser humano, porque como escribiera en su libro Saint-Exupéry "sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos".