Contar la pandemia desde dos emisoras avileñas

Para acompañar a los positivos, tener al tanto de sospechas y focos, seguir a Durán en la conferencia mañanera y traducirlo a los miedos de un pueblo, han estado por más de un año, y sin fallar, las pequeñas emisoras avileñas que integran el sistema de la radio cubana.

Desde Primero de Enero y Chambas, cerca de 20 personas ponen una voz en el éter cada día, y de vez en vez es la de Yaimer Mujica o la de Yanaisy Sarduy, que cuentan entonces cómo persiguen las declaraciones de los médicos o cómo ven la limpieza de los centros de aislamiento. Hoy también se lo cuentan a Invasor.

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Yaimer es un poco más escueto cuando explica qué vino a cambiar la COVID-19 en Radio Chambas. Como es lógico, dice, se han potenciado los espacios informativos. “La COVID-19, como otras situaciones de contingencia, ha demostrado que se eleva el interés de las audiencias por los hechos noticiosos, no sólo en la plataforma tradicional, sino también en los espacios digitales. La pandemia ha exigido más inmediatez en la labor reporteril, pero a la vez la realización de trabajos que eleven la percepción de riego como método preventivo eficaz.”

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Yanaisy habla de la gente. De cómo han tenido que modificar la parrilla para que a la planta no entrasen más personas de las necesarias, de cómo ninguna de las madres trabajadoras decidió quedarse en casa y los más vulnerables sí tuvieron que hacerlo.

“A ello se suma la realización de trabajos periodísticos en torno a las historias de vida, al quehacer del personal de la Salud y en los centros de aislamiento, y al accionar del Consejo de Defensa Municipal para garantizar los productos de primera necesidad y otras decisiones dirigidas a evitar la propagación del nuevo Coronavirus”. En ninguna de las emisoras han tenido contagios.

Fue una suerte para Primero de Enero no haber tenido contagios en la primera oleada, y una situación controlada durante la segunda. Ahora hay en Radio Amanecer programación para todos los públicos, dice Yanaisy, y se transmite también la Mesa Redonda cuando aborda temas de salud.

Para Yaimer la pandemia es también paradoja. “¿Cómo acercarnos a la fuente cuando se necesita distanciamiento físico?”, reflexiona para ilustrar su rutina como reportero. Y entonces agradece a las tecnologías que le permiten acortar esa brecha. “Así pude realizar un testimonio a una enfermera de Chambas que cumplió misión en el Principado de Andorra como parte de la brigada Henry Reeve. Todos hemos vivido con estrés esta pandemia, pero ha sido una experiencia que deja sus enseñanzas en diferentes ámbitos de la vida, incluido el laboral.”

Yanaisy nombra centros de aislamiento, médicos, enfermeros del hogar de ancianos, jóvenes voluntarios, estudiantes de Ciencias Médicas, convalecientes. “Contamos la labor de los profesionales del deporte,cultura y otros sectores como mensajeros a los clientes del Sistema de Atención a la Familia, las donaciones de productos agrícolas por parte de los campesinos a los centros de aislamiento y áreas declaradas en cuarentena y las modalidades de comida para llevar, desde las unidades de la Gastronomía”.

• Así ha sido para Radio Morón

Todo eso ha sido a la vez “una difícil prueba”, y una experiencia de “notable superación personal”. Pero, sobre todo, una exigencia para recabar hasta la más profunda sensibilidad. “Hubo momentos en los que primero tuve que ser amiga, vecina y solo después ser la periodista”, ilustra Yanaisy. En pueblos pequeños, la solidaridad flota más fácil. Por eso, entre todas las historias, no hay que bucear para encontrar esa donde la gente es dueña de un “mensaje esperanzador”.