Con la forma de la naturaleza

 hugoTomada de Radio SurcoParte de una colección conformada por 37 piezas de arte donadas por su hijo de igual nombre a la Galería Hugo Cortijo de MorónEn septiembre de 1995 un estudio develó los valores artísticos de la obra escultórica de Héctor Hugo Cortijo (Meneses, Santa Clara, 20 de enero de 1924-26 de abril de 1996, Morón, Ciego de Ávila), quien al jubilarse en 1984, se incorporó al Movimiento de Artistas Aficionados de la Casa de Cultura Haydee Santamaría del municipio de Morón.

Estar entre las obras del artista primitivo Hugo Cortijo es encontrarse acompañado de naturaleza e ingenuidad, pues, hombre, flora y fauna se fusionan en un estudio adulto con tratamiento de infancia, donde la sugerencia de Madre Natura se adueña de la de la inspiración de este creador.

Su composición artística se basa en el aprovechamiento de las formas de elementos naturales. La interpretación de ramas, troncos, raíces, así como otros elementos originarios de la naturaleza vegetal, definen las líneas estructurales y, en consecuencia, sus creaciones escultóricas de perfil ingenuo.

Animales, anécdotas familiares, mártires de la Revolución Cubana, constituyen las líneas temáticas de su proceso creativo. Pero lo más importante fue siempre, para el creador, la más sana representación de la dependencia entre el ser humano y la naturaleza.

Sus realizaciones escultóricas fueron hechas a través de la talla de la madera. Es decir, tanto el soporte como la técnica, antes enunciados, resultan reiterativos en el transcurso de toda su creación. No obstante, el soporte se comporta variable, pues el artista usó los materiales en correspondencia con sus posibilidades para adquirirlos.

Entre los cimientos materiales utilizados en la realización de sus piezas se encuentran maderas tales como: ácana, cedro, caoba, jiquí, júcaro, marabú, pino, granadillo, raíces de árboles, maderas africanas y, en casos excepcionales, huesos.

De sus aproximadamente 600 piezas, es posible queden un poco más de 100; la mayoría en la casa de Morón, junto a Hugo Cortijo Izquierdo; una parte considerable conformando la colección de su hija Mayra Cortijo Izquierdo.

Una gran variedad de criaturas aparecen representadas en las obras de este artista. Series de animales: desemejantes aves; perros solos y acompañando al hombre, caballos, vacas, lagartos y serpientes, por mencionar algunos de los más tratados.

Para la materialización de sus animales usó distintas soluciones preliminares. La apariencia tanto del tronco, las ramas, como de las raíces, resolvió el inicio del proceso de creación; a partir de la sugerencia de las formas naturales de los maderos; de modo general, el artista re-creó.

Un nuevo aspecto animal re-surgió a través de su inventiva, o sea, de sus experimentaciones formales, con lo cual concibió una legítima creación escultórica. Merece recordación El Cangrejo, propuesta escultórica a partir de la re-significación de una raíz.

hugo cortijoTomada de Radio Morón Las anécdotas familiares, como bien se declaró antes, fue otra de las aristas temáticas tratadas por el artista, cuyas exploraciones plásticas coadyuvaron a la irrupción de composiciones escultóricas de elevada complejidad.

Estas, a pesar de no superar estéticamente las propuestas antes mencionadas —sino mantener el nivel cualitativo de sus producciones—, constituyen, además, singulares expresiones. La familia es la obra que más ilustra esto.

El artillero es un exponente de las esculturas vinculadas a la vida de los trabajadores, lo que refleja su pasado laboral, así como su continuidad asociado al Movimiento de Aficionados, donde él era uno de los tantos trabajadores. Otros títulos enunciaban el desempeño laboral del trabajador “retratado” por su personal talla.

Mucho disfrutó Hugo Cortijo al representar diferentes y reconocidas personalidades. Tal es el caso del extraordinario trabajo logrado en correspondencia con El guayabero, un excepcional exponente de la cultura cubana.

Propuestas de composiciones sobre el pasado precolombino en Cuba no se ausentan en las colecciones de este creador. El indio es una pieza que se interpreta como una especie de tótem; la composición está integrada por una figura humana masculina con facciones indias, sentada dentro de una supuesta cueva.

El tótem, por otro lado, constituyó una figuración repetida con frecuencia, beneficiándose para ello de los vigorosos maderos. Las dimensiones de estas se muestran cambiantes pero, elementalmente, en la calidad de mediano formato.

Además de lo planteado, la obra de este artista ingenuo tomó partido por la política revolucionaria cubana. Un Busto de Martí, en pequeño formato, demuestra sus posibilidades expresivas. El tradicional busto martiano —reverenciado por los cubanos— concentra la inmaculada imagen patriótica del Apóstol y, el original dominio de una incauta técnica. Este amén de aprehender los rasgos faciales del rostro, le insufla psicología.

La marcha de los doce, otra obra de carácter nacional, es una gran tabla a relieve, inspirada, en las palabras del Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, sobre los sucesos de Alegría de Pío. También una composición con el rostro de Ernesto Che Guevara de la Serna, el Guerrillero Heroico, fue realizada a través del alto relieve. Un lenguaje plástico muy particular a pesar del desconocimiento técnico, logra una original y expresiva obra.

Otras piezas también evidencian las innumerables creaciones escultóricas de este artista ingenuo. Entre ellas destacan combinaciones antropomorfas y zoomorfas que, conforman una propuesta escultórica. Dentro de este grupo de piezas con soluciones conceptuales en común sobresalen los torsos de fisonomía femenina con el cabello largo extendido hacia la parte superior del cuerpo, incluso, simulando el tratamiento del mismo con algún tocado. Piezas similares aparecen con el cabello de igual manera pero sin tocado, o sea, al natural.

La rigidez corporal de las figuraciones escultóricas de Hugo Cortijo —tanto las zoomorfas como las antropomorfas— encuentran su ritmo expresivo a través de las combinaciones de líneas rectas y sinuosas, así como también, la repetida aplicación de incisiones en diferentes superficies de la composición. Estas soluciones tecno-formales posibilitan explícitas relaciones y contrastes por texturas.

 expo cortijoTomada de Radio Morón En las bases de sus obras, la línea vertical, se explota a través del alto relieve, lo cual se manifiesta en coordinación con la verticalidad predominante de la escultura. No obstante, existen obras carentes de base, principalmente, las esculturas que pretenden expresar, por citar un ejemplo, el vuelo de las aves. En este caso los pretendidos pájaros apoyan su cuerpo directamente en la superficie donde son ubicadas.

Las fantásticas mujeres se presentan en esta creación escultórica en más de una tríada compositiva tales como: mujer-madre, mujer-sirena y mujer-diosa. La fisonomía de la mujer, grosso modo, aparece figurada.

Un busto masculino ostenta signos y contornos de elementos para el enriquecimiento expresivo de la obra. Esto es apreciable, fundamentalmente, en el espacio que, en la realidad, ocupan los brazos. ¿Será esa solución intencional o casual? Definitivamente, el escultor ingenuo nos presenta su interpretación de un universo lleno de la esencia natural en la que efectúa la humana. Es una creación escultórica desprovista de convencionalismos; las imágenes irrumpen de su extraña visión de la realidad tallada en madera.

La grandeza de la sencillez de esta obra está, precisamente, en el tratamiento inocente de sus manos a la madera, logrando humanizar lo más mínimo del monte avileño. Los resultados artísticos de su constante labor creativa lo convirtieron en un asiduo participante en las Ferias de Arte Popular, a eventos relacionados con la artesanía artística y, presencia distinguida en los encuentros de Arte Ingenuo, en el municipio de Mella de la provincia de Santiago de Cuba.