Una treintena de dibujos sobre cartulina del artista avileño que pareciera obsesionado con explorar ese lado poco gentil de las sociedades
A Jeosviel Abstengo Chaviano, para ser sociólogo, solo le faltaron los cinco años de estudios universitarios. Cuando él lea estas líneas se echará a reír, acostumbrado como está al choteo, pero coincidirá en que su obra tiene una profunda mirada antropológica y que, con un poco más de dedicación y disciplina, habría devenido buen estudioso del comportamiento social.
Lo de apostar por una poética de lo marginal, no lo digo yo, que de crítica de arte también me faltaron cinco años de formación, sino José Rolando Rivero, artista visual y poeta avileño, quien tuvo a su cargo las palabras de presentación de la más reciente exposición personal de Abstengo Chaviano.
Ayat-38, como si no bastara la complejidad intrínseca del ser humano, propone una relectura desde el dibujo del aleya (versículo) 38 del Corán, que reza Al ladrón y a la ladrona "dadle lo que se merece". La muestra quedó abierta al público el pasado 2 de marzo en el Pabellón Cuba de la capital cubana, sede de la Asociación Hermanos Saíz.
Exposición Ayat-38En la Galería del Pabellón Cuba se encuentra disposición del público durante marzo y abril la expo "Ayat-38" del joven artista Jeosviel Abstengo Chaviano | #CubaEsCultura #artejovencubano #arte #AHSCuba
Posted by Asociación Hermanos Saíz on Friday, March 9, 2018
Más de tres decenas de dibujos sobre cartulina, en los que predominan tonos ocres y rojizos, buscan provocar al espectador más despistado al fusionar en un mismo espacio íconos de la cultura internacional de diferentes épocas, para “realizar un comentario irónico sobre la ‛tradición’ del robo, lo delictivo, como algo consustancial al hombre”.
“Jeosviel, artista multimedial, se decide esta vez por un dibujo de trazo dinámico, gestual, post expresionista, en el que las apropiaciones del comic y los símbolos de diferentes culturas se imbrican perfectamente, creando una suerte de pastiche donde estos registros textuales —sin eludir su significado original— obedecen al ‛discurso otro’ propuesto por el artista”, apunta Rivero.
Ya lo habíamos enunciado con anterioridad, Abstengo Chaviano pareciera obsesionado con explorar ese lado poco gentil de las sociedades, en las que lo marginal, presentado como caldo de cultivo para lo ilícito y delincuencial, pare escenas, modos y hasta “subculturas”, no visibilizadas desde otras plataformas de comunicación.
Como en otras colecciones y proyectos, la mirada irónica y hasta un poco de choteo, también, marcan el paso en Ayat-38, pues el artista juega y se recrea en las manos de un Mickey Mouse “prestidigitador”, o en los tres monos sabios que no ven, no oyen y no dicen. ¿Exactamente qué merecen los ladrones?, cabría preguntarle al artista, aunque se recomienda, mejor, dialogar con la obra.
Ojalá, una vez que concluya su exposición en La Habana, Ayat-38 recorra los cientos de kilómetros de regreso y pueda ser apreciada por los avileños en la galería del Consejo de las Artes Plásticas, una institución que, a veces, padece el sueño de la inactividad, aunque, en la actualidad, es objeto de una reparación capital.
Enhorabuena para “el papi”, cariñoso apodo con el que los allegados llaman a Jeosviel Abstengo y que, a fuerza de trabajar y crear cuando otros se retraen —en virtud de unas condiciones objetivas y subjetivas que no acaban de cuajar—, le va quedando a la medida y, no tengo dudas, le ganarán lo que se merece.