Maurén y Mairén son las animadoras del movimiento casero que, cada noche, rompe el mutismo del barrio. Y es que en Majagua, como en cientos de rincones de la Patria, varias familias se vuelven iniciativas hacia aquellos que trabajan por salvar (sus) vidas, aunque este jueves los aplausos, a solo horas del especial Primero de Mayo, se dedicaron al proletariado mundial.

Quizás ellas, tan pequeñas, no conozcan de las grandes concentraciones, ahora postergadas por una pandemia llamada COVID-19, y de las grandiosas marchas. Los mayores, extrañamos los madrugones, el colorido de las calles y avenidas, si bien la pujanza de no dejar pasar la efeméride conlleva a una celebración más íntima.

Con las etiquetas #MiCasaEsMiPlaza, #SomosCuba, #CubaSalva, entre otras, también este obrero de las letras, en pleno combate a la añoranza que causa estar lejos del ambiente laboral, aplaude a los que se desbordan por la obra de otros obreros, por su propia obra y la de todos los obradores cubanos: la Revolución.

Sigo aquí, donde los niños nacen artistas. Donde uno mira a los ojos de las que animan el presente y futuro, bebe de su frescura, de su vivacidad radiante y vitalidad. Presagio los mensajes que envían Maurén y Mairén a un tiempo que no veremos, pero admiten la contentura de saber que ese tiempo será continuidad del nuestro.