Tras una exitosa arrancada, con un día de antelación a lo programado, el central refinería Ecuador continúa ofreciendo muestras del rigor con que transcurrieron sus preparativos, a pesar del tiempo, recursos y energías que debió poner, de forma paralela, para superar los daños causados por el huracán Irma.
Con ese punto de vista, sintetizado por Eduardo Larrosa Vázquez, director de la Empresa Azucarera Ciego de Ávila, coinciden otros directivos y especialistas, tres jornadas después de que el ingenio iniciara molidas y, de hecho, la zafra en el territorio.
“En esas primeras horas Ecuador ha molido por encima del 100 por ciento, sin tiempo perdido, se ve en buenas condiciones, con estabilidad y solidez en las diferentes áreas y, como se ha podido comprobar, se cumplen todos los acuerdos del balance de zafra y de los talleres de eficiencia”, subraya Eduardo en declaraciones exclusivas para Invasor.
“Estos días —añade— han permitido también preparar y capacitar mejor, allí, a colectivos de otros centrales de la provincia con vistas a sus respectivas arrancadas, sobre la base del apoyo que ofrecen varios pelotones en las áreas de corte.”
Aunque todavía los brigs y las purezas no permiten una mejor concentración de azúcar —asunto que debe ir mejorando de modo progresivo— se considera que la calidad de la materia prima está en correspondencia con lo previsto.
Similar respuesta se espera del central Primero de Enero, cuyo ejercicio de zafra tiene lugar hoy 28 de diciembre, con el propósito de moler caña, sincronizar turbos y poner a prueba el 90 por ciento del equipamiento industrial y de la mecanización, en tanto el Ciro Redondo pretende realizar su prueba final el sábado 30.
La intención es que ambos inicien la contienda durante la primera quincena de enero, con anterioridad a la arrancada del Enrique Varona, fijada para finales del propio mes.
De acuerdo con los pronósticos, la zafra azucarera en Ciego de Ávila debe prolongarse durante unos 113 días, hasta finales de abril, durante los cuales será determinante el modo en que se logren articular las labores de corte y tiro con el eficiente desempeño de la industria, para lograr que los mismos niveles de caña con que cuenta la provincia aporten el mayor volumen posible de azúcar.
Por seguir siendo la caña una de las principales insatisfacciones, la empresa continúa enfrascada en la siembra de nuevas áreas, sin olvidar que resultan igualmente estratégicas las atenciones culturales que requieren las plantaciones de la gramínea.
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